Carlos Barruso conoció su enfermedad el pasado mes de diciembre. Inicialmente, unos resultados anómalos hicieron pensar que sufría diabetes, aunque finalmente, el 27 de diciembre, le diagnosticaron cáncer de páncreas salpicado al pulmón y al hígado. La enfermedad a esas alturas era incurable. "Le insistí mucho a la oncóloga. Quería saber cuanto me quedaba de vida", explica el músico. La respuesta fue clara, entre ocho o diez meses como mucho. "Lo primero que pensé en ese momento fue hacer un concierto", bromea un hombre que ha decidido afrontar su enfermedad "sin dramas". "Esto me pasó a mí como le podía pasar a cualquiera. En mí caso sin embargo, al ser de páncreas, no tenía solución. Hablé con muchos especialistas pero no hay nada que hacer", afirma el músico.

Asumida con entereza su enfermedad, Barruso se puso manos a la obra en la organización de un concierto en el que decidió unir las diferentes formaciones musicales en las que estuvo y la escuela Acome que él mismo dirige en A Estrada sobre el mismo escenario. "Lo he llamado Carlos Barruso y amigos, concierto fin de vida. La gente que decía al principio que era un poco fuerte pero lo que quiero transmitir es que el estado en el que me encuentro no es depresivo. No estoy hundido en la miseria, sino todo lo contrario. Me han diagnosticado una enfermedad incurable y me quedan unos meses de vida, el título debía ser claro y directo. Debía ser ese".

El músico también quiere mandar un mensaje de esperanza a la gente en su situación. "Debemos afrontar la vida que nos queda con alegría y con humor. No podemos desperdiciar lo que nos queda. En mi caso, lo haré con mi música, con este concierto y no será el último. Mientras me encuentre en buenas condiciones voy a seguir tocando. Esto es lo que me hace vivir".

A partir de esta enfermedad se ha organizado un concierto que tendrá lugar el próximo viernes a las 21.00 horas en el Teatro Principal de A Estrada con una entrada de tres euros -inicialmente era gratis pero se decidió poner un precio simbólico para evitar que se retiren las invitaciones y luego no acudan- que pueden adquirirse por anticipado en el Concello, el Café Boliche o en la Esquina de César. Barruso estará arropado sobre el escenario por un total de 33 amigos en una actuación en la que habrá diferentes estilos musicales, pero especialmente mucho jazz. Entre ellos estará el quinteto que tuvo durante muchos años, el Carlos Barruso Quinteto, la escuela Acome de A Estrada o Five Coincidences, su última formación.

En este concierto de hora y media contarán también con una sección de viento para acompañar algunas de las canciones. Habrá otros temas en los que se introducirán voces, con la cantante Lucía Azurmendi y Silvia Ferre como protagonistas.

Los músicos participantes serán Manolo Brey, Luis Iglesias, Héctor Drass, Iago Couceiro, Pablo Sanluis, Efrén Novoa, Manuel Castedo, Álex Cabal, Javier Constenla, Alfredo Susavila, Héctor Martínez, Xián Fernandez, Rubén Rodriguez, César Barruso, Miguel Carbajal, Vicen Couceiro, Manu García, Álex Porto, Rubén Servide, Juán Carlos Méndez, Juán Nuñéz, Diego Basadre, Maury Manana, Fran Castro, Juan Lindín, Josiño Dosantos, Cristóbal Fernández, William Díaz, Víctor Báscuas, Lucía Azurmendi y Silvia Ferre. A ellos se suma el propio Barruso, quien a lo largo del concierto tocará diferentes instrumentos, desde clarinete o piano órgano a varios tipos de saxos.

Este gallego de adopción nacido en Valladolid llegó a A Estrada para formar parte a comienzos de los ochenta de la Orquesta Canadá y terminó encontrando un hogar y una vida aquí. Ahora, afrontando sus últimos meses de vida, ha decidido ofrecer un concierto final con el que quiere despedirse de todos sus amigos como mejor sabe hacerlo, sobre un escenario y entregado a la música, una pasión que le viene de familia y que lo ha acompañado toda la vida.