El Consello da Xunta autorizó ayer la contratación de los servicios de diálisis extrahospitalaria en Deza, por un importe de licitación de 2.761.710 euros, aunque el valor estimado de este servicio supera los 5,5 millones si se suman a este presupuesto de licitación las posibles prórrogas del contrato y también las modificaciones previstas. El anuncio del gobierno autonómico se produce un año después de la presentación que hizo el 28 de febrero de 2018 el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, del futuro Centro Integrado de Saúde. En esa jornada tanto Almuíña como la gerente del área sanitaria de Santiago, Eloína Núñez, avanzaron que hemodiálisis comenzaría a funcionar en 2019.

El contrato durará tres años, prorrogables hasta un máximo de cinco. La adjudicación será mediante un proceso abierto y tramitación ordinaria. Mientras no esté construido el futuro CIS en Alto de Vales, esta prestación se desarrollará "en un centro situado en el concello de Lalín" y disponible para pacientes con patologías renales que no estén transplantados, tanto de este municipio como de los otros cinco de la comarca y que actualmente tienen que desplazarse a Santiago varios días a la semana. Según los cálculos de la Xunta, el servicio de hemodiálisis en Deza atenderá a cerca de 45 pacientes, con una media de 13 sesiones de diálisis mensuales, lo que se traduce en casi 7.000 sesiones al año.

Hospitalización a domicilio

El gobierno autonómico indica que al contratar esta prestación, busca satisfacer las necesidades de los pacientes y facilitar este servicio con toda la proximidad necesaria, tanto a nivel temporal como en el tratamiento. Con la puesta en marcha de este servicio, además, se minimizan los eventuales inconvenientes que puedan generar los desplazamientos. La Xunta recalca que esta nueva licitación responde a su compromiso de acercar las prestaciones sanitarias lo máximo posible a los usuarios.

El servicio de hemodiálisis forma parte de las prestaciones del futuro CIS, al igual que la hospitalización a domicilio (HADO) ya implantada en el actual ambulatorio lalinense y que despertó quejas porque el equipo comparte espacio con el personal del Punto de Atención Continuada, ya de por si bastante limitado en cuanto a superficie. La hospitalización a domicilio funciona en Lalín desde diciembre del año pasado. Arrancó con un facultativo y dos personas de enfermería, aunque esta dotación es susceptible de aumentar en función de la demanda. La idea de Sanidade es que HADO vaya implantándose de forma progresiva para que, en diferentes fases pueda cubrir gran parte de Lalín así como los municipios vecinos de Silleda y Dozón. De este modo, daría cobertura a una población de 35.000 habitantes.

Las dos dotaciones se prestarán en ubicaciones temporales mientras no esté construido el citado centro integral. Según el plan funcional que se presentó el año pasado, el complejo incluye otros servicios como programas de cirugía menor ambulatoria, así como de rehabilitación cardíaca o de enfermedades musculoesqueléticas. Además, contará con áreas integrales de especialidades médicas, de atención pediátrica y atención a la mujer, así como dotaciones para el diagnóstico por la imagen.