El Concello de Lalín y la Fundación Galicia Verde renovaron ayer el convenio que prorroga por dos años, con posibilidad de prolongación, la cesión gratuíta del uso de la parcela municipal en la que se asienta la huerta comunitaria ecológica puesta en marcha en 2016. Estuvieron presentes el alcalde, Rafael Cuíña, y la concejala de Medio Ambiente, Celia Alonso, y el presidente de Galicia Verde, Enrique Banet, y la coordinadora y monitora del proyecto, Cristina Barreiro. La finca está situada en la Rúa do Río, enfrente del Centro Comercial Pontiñas, y ocupa 1.466 m2.

Alcalde y edil expresaron su satisfacción por renovar un convenio que permite seguir adelante con una iniciativa que desde el primer momento tuvo "una magnífica acogida" y que actualmente emplean ocho familias del entorno. "A pesar de lo que inicialmente presagiaban algunos miembros del PP, que expresaron que una iniciativa así no funcionaría en Lalín, lo cierto es que el paso del tiempo ha dado la razón al gobierno y la huerta es una auténtica referencia, como refleja su altísimo uso y el hecho de que otros concellos contacten con nosotros para pedirnos información sobre este modelo", indica Alonso.

Esta apuesta, que fue una de las primeras lanzadas desde su departamento, ha permitido transformar una antigua escombrera sin uso del área de A Corredoira en una zona "útil, productiva y hermosa" que, además, "ha fomentado las relaciones vecinales y ha despertado interés y afición por los cultivos en muchos residentes que se han convertido en auténticos especialistas y que intercambian conocimientos entre ellos y van mejorando las plantaciones", subraya la responsable de Medio Ambiente. Alonso agradece a los vecinos que emplean el terreno de A Corredoira "el buen uso" que está haciendo del mismo y los anima a "seguir en esta línea".

Nuevas huertas

Ante la acogida y "alta demanda" que ha tenido esta huerta comunitaria, el gobierno ya busca otras zonas de titularidad municipal en el casco urbano en las que poner en marcha nuevas iniciativas. La huerta se concibe como un espacio natural abierto al uso vecinal para realizar tareas de plantación y cultivo ecológico. El proyecto busca dar a conocer y vivir la naturaleza, fomentar la cohesión social, la educación y la participación y fortalecer la convivencia y el ecologismo.