Los propietarios de las antiguas naves de la extinta firma textil Géneros de Punto Montoto manejan a estas alturas varias alternativas para poner en marcha estas instalaciones. Las dependencias, ubicadas en el parque empresarial Lalín 2000, están siendo acondicionadas, pero todo apunta a que transcurrirá todavía un tiempo hasta que recobren vida. Así lo indica José Luis Canosa, el emprendedor de la localidad coruñesa de Camariñas que encabeza la sociedad familiar Grupo Canosa.
Lo único que tendría claro, aunque esta vía no se cierra en su totalidad, es que el diseño de las naves no se adaptaría a las necesidades de una plataforma logística. Actualmente, apunta Canosa, se están analizando las distintas posibilidades de negocio y que la nueva actividad no daría comienzo durante el presente año. En este sentido, manifiesta que su sociedad se marcó un horizonte de un lustro para poner en marcha una nueva actividad empresarial en estas naves, aunque estos plazos podrían acortarse. Grupo Canosa es el propietario de todas estas instalaciones desde el verano del año pasado, cuando cerró la compra de las naves por un precio que superaría los 1,5 millones de euros, y ya ha comenzado a acometer los trabajos de acondicionamiento de estas instalaciones, centrados en su cubierta o el pintado de su interior. La empresa, dice su representante, está en proceso de tramitación de autorizaciones para instalaciones de electricidad u otros trámites, por lo que se puede concluir que las cosas van sin prisa, pero sin pausa. "La nave es muy grande, no hay nada descartado y deberá ser dedicada a aquello que sea más rentable", apunta el emprendedor de A Costa da Morte. Lo que sí garantiza es que no dio el paso de adquirir estas instalaciones en una ubicación privilegiada para dejarlas paradas. Desde que se hizo con esta propiedad, el empresario camariñán mantuvo varios contactos con el mandatario local, Rafael Cuíña, conversaciones que sitúa en un ámbito de conocimiento mutuo.
Grupo Canosa es la titular de la compañía Frigoríficos de Camariñas, una empresa que inició su actividad en 1989. Centrada en la comercialización de pulpo, según recoge su portal en internet, la producción de este cefalópodo congelado supera los 6.000 palets al año y la totalidad de sus marcas registradas son comercializadas en Europa mediante agentes.
Durante 2017 aumentó su facturación un 11,7%, al alcanzar los 40 millones de euros de ventas, frente a los 35,8 que ingresó en 2016. Este incremento se produjo principalmente porque la firma elevó en 300 toneladas el volumen de cefalópodo comercializado. La compañía sacó al mercado, en 2017, cerca de 6.000 toneladas de pulpo, mientras que un año antes se había quedado en 5.700.
