La Xunta de Galicia proyecta incorporar a profesionales del Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia a los tribunales encargados de seleccionar a los aspirantes mejor capacitados para optar a las plazas que se convoquen a través del procedimiento de selección unitaria de policías locales de Galicia, confiada desde el pasado año por un buen número de municipios gallegos a la Academia Galega de Seguridade Pública (Agasp) con sede en A Estrada. Si bien en la primera edición del proceso no ocurrió así, a partir de la segunda convocatoria -la que tenga lugar entre este año y el próximo- se prevé que sean psicólogos del Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia quienes se encarguen de trazar el perfil psicológico de los aspirantes.

Es un paso más en la productiva relación de colaboración que el citado colegio y la Xunta de Galicia mantienen desde 1997. Ayer mismo, el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda Valenzuela, y la decana del Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia, Rosa Álvarez Prada, rubricaron la renovación de dicho convenio, en un acto que tuvo lugar en la sala de crisis del Centro Integrado de Atención ás Emerxencias de Galicia (CIAE-112) y al que también asistieron el director xeral de Emerxencias e Interior, Santiago Villanueva; el gerente de la Axega, Marcos Araújo; además de la responsable de Comunicación del colegio, Eliana Martíns, acompañando a la decana.

El convenio renovado ayer posibilita el mantenimiento de un Grupo de Intervención Psicolóxica en Catástrofes e Emerxencias (Gipce) que se moviliza cuando así se solicita desde el CIAE-112 -radicado en A Estrada- para prestar atención psicológica cuando más lo necesitan las víctimas y sus familiares.

El vicepresidente Alfonso Rueda se mostró muy satisfecho de la colaboración mantenida con el Colexio de Psicoloxía de Galicia. "La atención psicológica es ya un servicio má que hay que prestarle a las víctimas y que estas demandan cada vez más", aseguró. "Cada vez es más conocido y se demanda más, mostrándose como algo fundamental". Así ocurrió, por ejemplo, en el "asesinato machista de Valga" del domingo, que Rueda y Álvarez quisieron condenar ayer. "Estuvieron profesionales de este grupo con los familiares, atendiéndolos desde el primer momento", explicó, convencido que que su labor es fundamental para que los afectados e incluso los efectivos de emergencia que lo necesiten puedan recibir atención psicológica "para afrontar las consecuencias de situaciones límite". Su labor viene a complementar la "imprescindible" que ya realizan ante eeste tipo de situaciones los servicios sanitarios, de emergencias y las fuerzas y cuerpos de seguridad.

Según la decana del Colexio de Psicoloxía de Galicia, actualmente conforman el Gipce una red de 32 psicólogos con gran experiencia y 70 profesionales más en reserva. Prestan ayuda a quienes sufren el shock de situaciones de emergencia con numerosas víctimas -accidentes ferroviarios como el del Alvia, las explosiones pirotécnicas de Leiro o Páramos de Tui, el luctuoso Rallye de Carral en 2015, hundimientos, inundaciones y otros sucesos como suicidios, muertes violentas o accidentes laborales o de tráfico). Lógicamente, el número de intervenciones anuales es variable. En 2013, año del siniestro del Alvia, se sumaron diez intervenciones (contabilizándose la del siniestro ferroviario como una sola pero de gran calado, en la que participaron durante una semana 44 psicólogos). En 2014, de las 19 intervenciones la mayoría se debió a sucesos relacionados con la violencia de género. En 2015, los sucesos de la pirotecnia de Leiro y del Rallye de Carral fueron dos de las 18 intervenciones registradas. En 2016, el siniestro ferroviario de Porriño fue uno de los 20 contabilizados. En 2017, la mayoría de las 24 intervenciones dio respuesta a muertes violentas y accidentes de tráfico. También se le activó por la oleada de incendios pero finalmente no fue precisa su intervención. Y en 2018 hubo 14 intervenciones, entre ellas la motivada por la catástrofe ocasionada por la pirotecnia de Páramos de Tui. A mayores, hubo nueve avisos -como en el incidente del Marisquiño- en los que finalmente no fue precisa su participación.

El Gipce es solo una de las múltiples líneas de colaboración que Vicepresidencia mantiene con el Colexio de Psicoloxía, "con el que también se coopera en la atención psicológica a las víctimas de violencia de género y a los hombres con problemas de conducta; en la elaboración de periciales en la Administración de Justicia; o en la puesta en marcha de servicios de mediación intrafamiliar", según fuentes autonómicas.