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Cuatro de los nueve concellos incumplieron la regla de gasto en sus cuentas de 2017

Fueron Silleda, Rodeiro, Agolada y Cerdedo-Cotobade -El ministerio concluye que todos los ayuntamientos de las comarcas sí respetaron el objetivo de estabilidad presupuestaria

El Concello de Agolada estuvo sujeto, años atrás, a un plan de ajuste para controlar sus cuentas. // FdV

Cuatro de los nueve ayuntamientos de Deza y Tabeirós-Montes incumplieron la regla de gasto en sus cuentas de 2017. Así se constata en el último informe del Ministerio de Administraciones Públicas sobre el control de todas las entidades locales españolas. Así, el departamento ministerial concluye que, atendiendo a la propia información facilitada por las administraciones municipales, Silleda, Rodeiro, Agolada y Cerdedo-Cotobade son los concellos que vulneraron esta norma.

Esta medida fue desarrollada en la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera (LOEPSF) en al año 2012. Con anterioridad, el Estado ya aplicaba la regla de gasto en sus presupuestos, pero a partir de entones se incorpora para las comunidades autónomas y las entidades públicas. Impulsada por el PP en los tiempos de su mayoría absoluta, la regla de gasto es, a grandes rasgos, una tasa de referencia basada en el crecimiento de la economía española que el Ministerio de Economía calcula en base a la media móvil del crecimiento del PIB. Establece que el desembolso de las administraciones central, autonómicas y locales "no podrá superar la tasa de referencia del crecimiento del Producto Interior Bruto de medio plazo para la economía española", según indica la ley. Ninguna administración puede elevar su gasto por encima del porcentaje establecido en la tasa de referencia del crecimiento del PIB, si bien se incluyen algunos matices normativos.

Todos los ayuntamientos de las comarcas sí se ciñeron a la normativa que rige el cumplimiento del objetivo de estabilidad presupuestaria y todos remitieron su información contable en plazo, que fueron firmadas entre el 23 de abril (Agolada) y el 3 de octubre, en el caso de Rodeiro, el concello que más tarde lo hizo. Esa norma obliga a las corporaciones locales a ajustarse a la estabilidad presupuestaria, sin incurrir en déficit estructural y ciñéndose al desfase permitido cada ejercicio. Por poner un ejemplo, durante 2017 los ayuntamientos alcanzaron casi un 0,6% de superávit.

Otro de los parámetros que son analizados en este estudio presupuestario -ya con las cuentas liquidadas- son los importes de los saldos no financieros. En este caso todos los municipios de las comarcas han cerrado sus balances con números positivos. Lalín es claramente la administración local que más recursos económicos aporta en estos saldos no financieros, que en su conjunto rebasan los 8,5 millones de euros. En la administración municipal de la cabecera comarcal dezana la cuantía fue de, exactamente, 3.673.340 euros. El montante de Silleda se situó en 247.678 y en Vila de Cruces se elevó hasta los 758.116 euros. En Rodeiro y Agolada las cuantías fueron de 275.062 y 511.892 euros, mientras que la liquidación contable del Concello de Dozón de 2017 arroja un saldo de 33.458 euros.

El saldo no financiero de A Estrada es muy semejante, pese a manejar presupuestos que distan mucho entre sí, al de Vila de Cruces, pues fue de 748.447 euros. En el caso de Forcarei la cuantía, siempre en base al criterio de sus cuentas públicas, son 476.255 euros y en Cerdedo-Cotobade el montante se rebaja hasta los 126.288 euros.

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