Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Maia García Martínez: "La conducta es la forma que tienen los niños para trasmitir que no están bien"

"Al no acceder de manera temprana a apoyos un retraso puede dar en un trastorno "

Maia García, en la sede de la UDIAF en Lalín. // Bernabé/Luismy

La Unidade de Desenvolvemento Infantil e Apoio Familiar (UDIAF) de Deza atendió durante el año pasado a 124 familias en su sede situada en el Polígono Lalín 2000. Fue creada en el 2009 y es un servicio público y totalmente gratuito para los usuarios.

-¿Cómo llegan las familias a este servicio?

-Nos llegan derivadas por los centros de salud, por los pediatras, en mayor medida, que supone un 44% del total. En segundo lugar, está lo que nosotras llamamos comunidad, que es cuando unas familias usuarias se lo dicen a otras, lo que es un 26%, luego tenemos con un 22% las derivadas por los centros educativos de infantil, ya que abarcamos la franja de cero a seis años, y también por las guarderías, de aquí recibimos un 8% del total de la demanda. Por ejemplo, el año pasado recibimos diez usuarios derivados de guarderías y ya por último, con un 1% de Servicios Sociales.

-¿Cuáles son los trastornos que tratan y en qué medida?

-La UDIAF empezó atendiendo a una población de 0 a 16 años, porque nosotros surgimos como unas unidades experimentales, las tres UDIAF que hay, pero después se demostró que la demanda que había dentro de la población objetiva de atención temprana realmente de cero a seis, era una población suficiente como para que nos centráramos en ello. Sí que hemos notado un cambio en los aspectos que abordamos. La mayor parte son problemas afectivo- emocionales o del lenguaje, que son los dos tipos de trastornos que más atendemos, con porcentajes muy similares, un 28% y un 27%, respectivamente. Los problemas de conducta y de atención y de retraso evolutivo, ambos suponen un 15%. Y en menor medida, tenemos problemas sincrónicos y también nos consultan, que estamos notando que en el los últimos años está aumentando, que las familias pregunten sobre aspectos relacionados con hábitos y rutinas, por ejemplo, sobre niños con conductas restrictivas en alimentación, niños que no son capaces de pasar del cambio del triturado al sólido o de pequeños que comen únicamente tres alimentos al día. En menor medida tenemos problemas sensoriales o derivados del contexto escolar, con problemas de aprendizaje.

-¿Las familias como reciben que sus hijos tengan que asistir a la UDIAF?

-Muchas veces vienen derivadas por inquietudes que ellas mismas transmiten a los pediatras y por eso lo reciben bien porque para ellas es un recurso. Otras veces, es el pediatra en las revisiones anuales quien las detecta y como la detección es precoz, las familias todavía vienen sin demasiada angustia. Pero en general, lo ven como un apoyo, por eso están deseando recibir la atención y el problema está en la lista de espera.

-¿Cómo se puede detectar uno de estos problemas?

-Nosotros analizamos las diferencias que hay con lo que la familia cree cual es el origen del problema y lo que consideramos los profesionales, que a veces coincide y otras, no. La familia detecta fácil aspectos que suponen un retraso a nivel evolutivo con respecto a otros niños, por ejemplo, cuando hay un retraso en el habla, en el lenguaje... pero lo que nosotros podemos valorar es que detrás de eso hay por ejemplo, un retraso evolutivo de que hay más que una área afectada, por lo que no es tan fácil de detectar. Otro ejemplo, es cuando nos plantean problemas de conducta con muchas rabietas, conflictos... nosotros vemos que en muchos de los casos hay detrás un problema emocional. Lo que ocurre es que la conducta es la expresión de una emoción y muchas veces es la forma que tienen los niños de transmitirnos que no están bien.

-Si no se llegan a tratar, ¿cuáles son las consecuencias?

-La atención temprana sirve para proporcionar apoyo a los niños con un trastorno de desarrollo para minimizarlo y potenciar autonomía, pero por otro, también para prevenir, por ello también trabajamos con aquellos que tienen riesgo de padecerlos. Lo que ocurriría cuando no se accede de forma temprana a los apoyos es que a veces un retraso se puede convertir en un trastorno o una dificultad, en un problema.

-El inconveniente está en la lista de espera y supongo que necesitan más medios.

-Estamos al límite de nuestra capacidad asistencial. Estamos atendiendo una media de 125 o 130 usuarios al año y va aumentando la demora de la primera consulta y pasamos de 27 en 2017 a los 52 días de espera. Para la población que atendemos, lo ideal sería contar con tres profesionales a tiempo completo para dar cobertura a una área como la comarca dezana y la única que está jornada completa soy yo. La logopeda y la psicomotricista están a 30 horas. Los estándares de calidad dicen la demora de la primera consulta no debería pasar de 30 días.

Compartir el artículo

stats