La culpa fue de los técnicos. Así justifica el gobierno de Lalín el hecho de no haber solicitado la bonificación del canon de Sogama para pagar un 10% menos por el tratamiento de la basura, rebaja que debería repercutir también a los recibos que pagan particulares y negocios. La concejala de Medio Ambiente, Celia Alonso, indica que su intención era tramitar la petición, pero que no lo hizo por "recomendaciones estrictamente técnicas". En concreto, dice que siguió los consejos de técnicos municipales y de Lalín Sostible, adjudicataria del servicio de recogida de basura. El Partido Popular reprocha "una nueva pérdida de dinero de los vecinos" a quienes "presumen de grandes gestores".

Alonso afirma que al Concello no se le escapó la resolución de la Xunta de Galicia, sino que, por el contrario, tan pronto como se publicó en el Diario Oficial de Galicia (DOG), fue analizada "en detalle" por técnicos municipales y responsables de Lalín Sostible. Dice que fueron éstos quienes, a la vista de los requerimientos exigidos en la convocatoria, le recomendaron no solicitar la bonificación. "Siguiendo estas recomendaciones estrictamente técnicas, derivadas de su interpretación de las condiciones requeridas por la Xunta para la aplicación de esta bonificación, se decidió no pedirla, tal como era la intención de la Concejalía de Medio Ambiente", manifiesta la edil.

Lalín y Forcarei son los únicos concellos de Deza y Tabeirós-Montes que no cursaron la petición de bonificación. Sí lo hicieron 229 de los 295 ayuntamientos (77%) adheridos a Sogama, que pagarán 62,93 euros por tonelada de bolsa negra -basura depositada en los contenedores verdes convencionales-, mientras que los otros 66 abonarán la tonelada a 69,83 euros. A cambio de la rebaja del 10%, los concellos se comprometen a reducción su producción de residuos urbanos y/o fomentar el reciclaje de los envases ligeros. Con los importes que pagaron el año pasado, Lalín y Forcarei ahorraría, respectivamente, más de 42.000 y de 7.000 euros.

El portavoz del grupo municipal del PP lamenta la pérdida de "cerca de 50.000 euros" de descuento, que podrían haberse trasladado a los vecinos con la reducción en los recibos que pagan por la basura. José Crespo cuestiona a quienes "presumen de grandes gestores" por la "incapacidad" para regir un Concello como el de Lalín. "Por negligencia o incapacidad, fue el único de toda la comarca que, después de varios avisos, ni siquiera tramitó una bonificación que al final le va a salir a todos los lalinenses del bolsillo", critica Crespo. Considera "muy grave" que el gobierno de Rafael Cuíña, con muchos más medios que concellos pequeños como Rodeiro, Agolada o Dozón, "no fuese capaz de gestionar" una bonificación que implicaba una tramitación muy simple. "Por olvido o por negligencia, la realidad es que volvieron a perder dinero de todos que, en este caso, podría suponer un ahorro a vecinos y empresas". El líder del PP demanda a Cuíña "explicaciones claras y concretas" de cuáles fueron los motivos de no haber tramitado una bonificación que "con solo pedirla ya la otorgaban" y que supondría una reducción de costes de relevancia "en la siempre gravosa factura que se paga por la basura".

700.000 euros perdidos

El PP cita pérdidas anteriores de fondos públicos, como la subvención para la caldera de Vilatuxe (41.236 euros), la del Fondo de Compensación Ambiental para el puente de Bustelos (112.231), el suministro de material para bacheo (183.493), la pavimentación de vías en Camposancos, Outeiro y Doade (55.201) o las mejoras en accesibilidad y señalización del entorno del Pazo de Liñares (15.090), que totalizan más de 412.000 euros. Añade los cerca de 200.000 euros que la Diputación denegó para arreglar la Rúa do Parque por el bajo nivel del proyecto. En suma, Crespo estima en cerca de 700.000 euros los recursos "tirados a la basura por negligencia e incapacidad gestora" del equipo de Cuíña. "Si grave era perder subvenciones por mala justificación, proyectos deficientes o certificaciones fuera de plazo, aún lo es más en el caso de Sogama, en donde al gobierno no le dio la gana o no supo formalizar una simple tramitación", valora el exalcalde, que señala que a su sucesor "no le queda el recurso de echar la culpa política a otros, ya que entre los poco avezados administrativos en Pontevedra los hay de todos los colores".