Son Tamara Gómez, Esteban Costas, Jesús Pozo, Lorena Villanueva, Héctor Ferreiro, Fabián Medina y Rubén Pol. Todos vecinos de Lalín y militares profesionales del Ejército de Tierra destinados en la Brigada Galicia VII (Brilat) con cuartel en la base General Morillo de Vilaboa. Desde hace apenas tres meses se encuentran desplegados en la localidad libanesa de Marjayoun, donde está emplazada la base española Miguel de Cervantes, sede del Cuartel General del Sector Este de Unifil, liderado por el contingente español. Los cinco hombres y dos mujeres de Lalín vigilan el cumplimiento de los acuerdos de paz en la frontera con Israel, uno de los puntos más calientes del siempre complicado teatro de operaciones de Oriente Próximo.

Los siete dezanos comparten su día a día en una localidad de presencia mayoritariamente cristiana maronita, que convive en plena armonía con otras 18 confesiones religiosas diferentes. Jesús Pozo y Lorena Villanueva forman parte de la Policía Militar del destacamento, cuya misión es velar por la seguridad de la base durante las 24 horas, siendo responsables del control de accesos y la seguridad en las puertas del recinto militar. Mientras tanto, Héctor Ferreiro está encuadrado en el equipo de escoltas, dando cobertura en los movimientos de autoridades que se personan en la base Miguel de Cervantes. Esteban Costas es zapador en la unidad de ingenieros con una tarea asignada que consiste en realizar patrullas de reconocimiento y hacer construcciones de mejora en todo el área de su responsabilidad. Y Tamara Gómez, Fabián Medina y Rubén Pol pertenecen a la unidad logística de la base española en esta parte de Líbano. Los tres tienen el cometido de cubrir las necesidades logísticas de las posiciones sobre el terreno en cuanto a equipo personal, material de campamento, víveres, carburante y agua se refiere, además de participar en algunas cooperaciones civiles.

Los primeros integrantes del contingente de la Brilat pontevedresa partieron el pasado 13 de noviembre desde Lavacolla con destino a Marjayoun, al sur del país, en la conocida como Blue Line, el espacio fronterizo desmilitarizado entre Líbano e Israel. Se trata de una franja en la que deben velar por el cumplimiento de los acuerdos de paz de Naciones Unidas durante los seis meses que durará la misión. Los siete lalinenses forman parte de los cerca de 700 soldados que componen este contingente que está desplegado en territorio libanés, compuestos en su práctica totalidad por efectivos de la Brigada Galicia, con componentes de las tres bases de la unidad.

Repollos asiáticos

Héctor y Rubén ya tienen experiencia en misiones como las de Kosovo, Irak o Afganistán, mientras que para Jesús, Lorena, Fabián y Esteban, Líbano es su bautismo internacional. Todos añoran a sus seres queridos y, también, probar un buen cocido de Lalín. Precisamente, Tamara Gómez dio con varios repollos en una de sus habituales rutas exteriores y al llegar a la base le comentó a sus paisanos que "habrá que hacer un buen cocido; grelos no encontré pero ya sé donde conseguir repollos, así que los demás id pensando en encontrar chorizos y garbanzos, que malo será".