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La cuenta de la Mancomunidad arroja un déficit de 27.400 euros y Agolada no pagó

El organismo liquidó en 2017 un presupuesto de 156.083 euros de gastos y 112.690 de ingresos -La aportación de la administración agoladense no fue transferida en plazo

Máquinas de la Mancomunidad en un vial de Silleda.

La Mancomunidade Terras de Deza es un órgano en el que poco creen los concellos que la integran. Desde su fundación, pasaron por su presidencia varios alcaldes y ninguno fue capaz de darle el impulso que precisa para que se al menos se cumpliesen sus objetivos para los que fue concebida. Se mantiene básicamente con las aportaciones que realizan sus concellos miembros y salvo alguna convocatoria de líneas habilitadas por la Xunta, no aporta más recursos que un equipo de maquinaria que, con el paso del tiempo, comienza a deteriorarse y, en consecuencia, tirando de los fondos que tiene la institución dezana que integran Lalín, Silleda, Vila de Cruces, Rodeiro y Agolada.

El compromiso de los municipios miembros con la Mancomunidasd es tan escaso que, por ejemplo, en 2016 Lalín y Silleda ni hicieron frente a sus obligaciones y no pagaron en plazo sus aportaciones económicas. Luego se justificó esta medida como una acción de presión contra la presidencia "por el bloqueo de proyectos" como los de eficiencia energética cuya aprobación se demoró demasiado tiempo.

Ahora es el Concello de Agolada el que, en 2017, no realizó a tiempo su transferencia. Así se deduce de los datos que arroja la liquidación de las cuentas del citado ejercicio, donde los 16.008 euros que debía haber abonado la administración agoladesa en ese ejercicio aparecen como derechos pendientes de cobro. Pero además la Mancomunidad cerró ese año con un déficit de unos 27.000 euros. La recaudación ascendió a 112.194 euros, pero los derechos reconocidos subieron hasta los 128.690. Mientras, las obligaciones de pago alcanzaron los 156.083 euros y los abonos en ejercicio cerrado fueron de 125.183. Y eso que se computaron como remanentes 35.300 euros de una partida de suministros de material electrónico y de telecomunicaciones para la que se habían previsto créditos por importe de 65.600 euros.

Disponer de las maquinarias de esta entidad cuesta al año estas cuantías a los siguientes concellos: Lalín (53.820 euros), Silleda (25.5309, Vila de Cruces (17.181), Agolada (16.008) y Rodeiro aporta 15.663 euros. Además, los municipios de Lalín y Vila de Cruces comparten una depuradora en el límite de sus parroquias homónimas de Losón (Santa Baia y San Pedro) para las que deben consignar al año 2.500 euros para costes de mantenimiento. Esto se debe, según el balance contable, a que de la previsión de gasto por energía eléctrica de la EDAR, el gasto final se situó en 488 euros. No obstante, en la liquidación contable solo aparecen abonos por 244 euros en cada caso. Además, el remanente de tesorería arroja un saldo negativo de 65.614 euros. Y en el capítulo de inversión real no se ejecutó ni un solo euro de los 2.000 previstos.

El gasto en personal, durante 2017, ascendió a 88.968 euros, mientras que un año antes habían sido 91.257. Otras partidas que fueron ejecutadas son las estudios y trabajos técnicos (1.700 euros), maquinaria e instalaciones (27.650), cerca de 5.000 euros en primas de seguros o 648 de servicios de telecomunicaciones.

Sin más recursos -aparentemente los concellos no quieren incrementar sus cuotas- el recorrido de esta entidad es limitado, pero lo que es indudable es que esta Mancomunidad dezana podría dar más de sí.

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