A pesar de la reordenación de los accesos a la Fervenza do Toxa, sigue habiendo visitantes que circulan con sus turismos por la pista hacia Quintás y el mirador, un vial que solo pueden utilizar los residentes. El Concello de Silleda, en vista de que también detecta aparcamientos en fincas privadas pese a la existencia de un parking, comenzará a sancionar a los conductores que obvian la señalización del entorno de este paraje natural.

Además, durante el pasado fin de semana se detectaron daños, fruto de actos vandálicos en la zona. La barrera colocada al inicio del camino peatonal está rota y falta parte de la barandilla, también de madera, situada en el tramo de la presa.