En Deza y Tabeirós-Montes, incluido el concello fusionado de Cerdedo-Cotobade, el crecimiento vegetativo está en números rojos desde hace tiempo, con unas matemáticas que marcan un nacimiento por cada 2,5 muertes. Así era antes de la crisis, en 2007, con 501 bebés frente a 946 fallecidos. Diez años después, el saldo vegetativo sigue en caída, pues los 434 nacimientos poco pueden hacer frente a los 956 óbitos. Pero al menos, las cifras de 2017 (son las más recientes que maneja el IGE) alivian ese crecimiento natural negativo: el año pasado hubo 27 nacimientos más que en 2016 y, además, se registraron 53 defunciones menos.

Hablemos de los nacimientos. De los 434 mencionados, 250 corresponden a las tierras dezanas. Son seis menos que en 2016 y además 39 por debajo de los 289 constatados en 2007, en los albores de la crisis económica. Así que está claro que la mejoría interanual corresponde a Tabeirós-Montes: en 2017 aportó 184 nacimientos, por encima de los 151 de 2016 pero, eso sí, lejos de los 212 que se obtienen en 2007 si tenemos en cuenta los de Cotobade, por entonces municipio no fusionado con Cerdedo. Sobra decir que el grueso de nacimientos corresponde a las dos cabeceras comarcales: Lalín recibió a 141 bebés y A Estrada, a 140. En Silleda hubo 60 nacimientos, mientras que Cruces contabilizó 24. En los municipios pequeños de Deza, hubo 11 alumbramientos en Rodeiro, 8 en Agolada y 6 en Dozón. En Terra de Montes, Forcarei aportó 20 y Cerdedo-Cotobade, 24.

Madres con más de 40 años

Nacen menos bebés y además, los progenitores esperan más para tenerlos. Antes de la crisis económica, la edad habitual de la madre era de entre 30 y 34 años. Ocurría en 110 de los 289 nacimientos de Deza y en 85 de los 212 de Tabeirós-Montes y Cotobade. Ahora, sin embargo, predominan las madres que tienen de 35 a 39 años: son 100 de las 250 que tuvieron partos en 2017 en Deza y 66 de las 184 de la comarca vecina. Hay que apuntar, además, que aumentan los partos de mujeres con 40 años o más: antes de la crisis, hubo 22 casos, mientras que en 2017 llegan ya a los 35.

Esta demora a la hora de tener un hijo también se da en los padres. Igual que en el caso de ellas, hace más de una década la mayoría de los papás tenía entre 30 y 34 años: eran 97 de los 289 dezanos y 89 de los de 212 de Tabeirós-Montes. Diez años después, la franja de edad que se impone es, también, la de 35 a 39 años: son 91 casos en los municipios dezanos y 68 en los de A Estrada, Forcarei y Cerdedo-Cotobade.

Otro dato a tener en cuenta y que hace evidente la importancia de las políticas de conciliación es la actividad laboral de la madre. Tanto antes de la recesión económica como ahora predominan, de lejos, las mamás que trabajan fuera de casa. Los datos más recientes indican que son 160 en Deza (el 64% del total) y 124 en la comarca vecina (el 67,3%). Pero además, se reduce el número de nacimientos de madres con trabajo no remunerado: en 2007 había en toda la zona 121 casos, y en la actualidad son 61, la mitad. Hay otros 89 alumbramientos bajo la categoría de "no consta" la actividad de la madre.

Por último, aumenta también el número de madres que no están casadas, aunque el perfil tipo siga siendo el de mujeres con un vínculo "oficializado" con papeles. Antes de la crisis, en Deza, de los 289 nacimientos mencionados, 232 eran bajo un matrimonio, y los 57 restantes, sin ese estado civil. En 2017, la relación es de 133 y 117. Así es que los nacimientos de madre no casada aumentaron un 117,5%. Ocurre algo idéntico en Tabeirós-Montes. Si hace 12 años había 178 nacimientos bajo matrimonio y 34 sin esa unión, los datos más recientes son de 113 y 71, respectivamente. Los hijos de madres no casadas aumentaron aquí un 125,9%.

Muertes paritarias

Para quien piense que las mujeres viven más porque nacen más féminas, hay que pensar que en 2017 nacieron en la zona 234 niños y 200 niñas. Ese mismo año, las 956 defunciones se reparten por igual: 478 hombres y otras tantas mujeres. Con el aumento de la esperanza de vida, es lógico que el grueso de defunciones se concentre en el tramo de edad de más de 69 años. En Deza, hubo 548 defunciones, menos que las 565 de un año antes pero por encima de las 539 de 2007. Afectaron a 458 vecinos con 69 años o más, aunque también se incrementan los óbitos entre las personas de 50 a 69 años (de los 67 casos de 2007 pasamos a 75). En Tabeirós-Montes, hubo 408 defunciones, menos también que las 444 de 2016 y las 480 de 2007. La tendencia es la misma: el grueso de fallecidos, 347, superaba los 69 años de edad.