La huelga de los técnicos en emergencias sanitarias que prestan servicio en las ambulancias del 061 en Galicia se hizo notar en las últimas horas en A Estrada con una concentración a las puertas del recinto de la Academia Galega de Seguridade Pública (Agasp) y la Axencia Galega de Emerxencias (Axega), donde la CIG tenía entendido que estaba el conselleiro de Sanidade a la misma hora que el vicepresidente de la Xunta participaba en una iniciativa de difusión del CIAE 112 Galicia.

Los manifestantes clamaron “por un convenio digno” y un “servicio público de calidad” demostrando estar “en lucha”. Xabier Aboi, de la CIG en Pontevedra, señaló que la concentración buscaba hacer sentir las reivindicaciones de los trabajadores “en la medida en la que no hay solución” a sus aspiraciones como tampoco la hay “para los PACs ni para las Urgencias”. Subrayó que los trabajadores que están en huelga “en Angrois trabajaron sin parar” y en el incidente en el puerto de Vigo, también, sin recibir “nunca medallas ni gratificaciones”. Llevan 3 años esperando a que al fin se negocie un “convenio digno" y piden dotar de mejores servicios a las ambulancias, que “en muchos lugares están saturadísimas”.

Incidió en que las condiciones en las que trabajan distan mucho de ser las mejores. Así, explicó que “existe tal descontrol” que cuando hay pacientes infecciosos a los que en los hospitales se les aisla no se le dice al personal que los traslada en ambulancia, con el consiguiente riesgo para los profesionales y hasta para los pacientes que después van a ser trasladados en esa misma ambulancia, sobre la misma camilla.

Denunció también irregularidades en distintos ámbitos: algún vehículo que no pasó la ITV y al que no se le inspeccionó como a otros que sí la habían pasado o ambulancias revisadas por Tráfico a las que los agentes no inmovilizaron para no dejar una zona descubierta del servicio pese a que las ruedas no estaban en condiciones adecuadas para seguir circulando.

Agregó también que hay ambulancias en las que llueve dentro y bases como la de Silleda en la que “rebosan las aguas”. Estas en la base de Santiago en ocasiones son fecales, según indicaron fuentes presenciales, que también agregaron que hay bases sitas en un cuarto piso en la que algún técnico se cayó debido a la premura de salir en tres minutos (caso de la de Mazaricos).

Asimismo, Aboi denunció que cuando se hizo el concurso “todos sabían” que alguna empresa trabajaba concurrió con una baja excesiva, imposible de asumir si se le paga a los trabajadores por convenio. “La Xunta lo sabía perfectamente”, consideró. Porque solo en salarios se iba “el 86%” cumpliendo el convenio, lo que supone, en la práctica, que no queda margen para beneficio empresarial ni tampoco para contingencias. Así se explica que se adjudicase por 115 millones, hizo notar, lo que se licitó por 121. Ahora, aseguró, “entre la Xunta y las empresas se pasan la pelota” y ello afecta a trabajadores y usuarios.

Para prestar servicio en bases como las de A Estrada, Caldas, Vilagarcía, Cambados, O Grove y Portonovo, aseguró, lo que se paga “solo da para 8 trabajadores” cuando se necesita, por ejemplo, disponer de un noveno para cubrir vacaciones, por ejemplo. Los costes de “ambulancia, equipación, ruedas y gasóleo le van a la espalda a la empresa” señaló. Y en el Barbanza, con una rebaja del 9%, “o no pagas” al personal o es imposible prestar el servicio. “La prueba es que ahora ambulancias por las que pagaban 250.000 euros” subirán a 350.000, incidió.

Por último denunció que en ocasiones haya personas que llaman a la ambulancia al tener una consulta programada y que se les autorice a efectuar ese traslado. Se preguntan qué pasa si en ese momento surge una emergencia real, de alguien que necesita la ambulancia. Estaría sin servicio. Y “cuando hay denuncias se tapa todo”, aseguró Aboi, asegurando que en el incendio de Fandicosta se envió a ambulancias a Vigo a buscar “pizzas” para los bomberos.