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Ignacio Iglesias Villanueva: "Los árbitros no somos unos robots que tomamos decisiones"

"El VAR nos ayuda mucho pero no es la solución definitiva; se irá perfeccionando"

Iglesias Villanueva pitará el próximo Sevilla-Eibar. // Noé Parga

Ignacio Iglesias Villanueva, único colegiado gallego de la Liga Santander, estará el próximo martes día 12 en Lalín para ofrecer una charla-coloquio a los estudiantes del IES Laxeiro. La cita será a las 11.00 horas en el salón de actos del centro, donde Iglesias Villanueva hablará de educación deportiva a los estudiantes del instituto lalinense. El evento se enmarca dentro de la campaña de captación de árbitros por parte de los comités local y regional dentro de la comarca dezana. Ayer estaba en su casa de Pontedeume velando armas para su próximo partido, el Sevilla-Eibar.

-¿En qué va a centrar su charla a los estudiantes del Laxeiro?

-Realmente se hablará de arbitraje y, por supuesto, de educación deportiva. La idea es explicar cómo trabajamos los árbitros y cómo nos preparamos. En definitiva, hablaremos de todo eso que no se ve y la gente no conoce de nosotros.

-¿Sigue siendo difícil hacer cantera dentro del arbitraje?

-Quizás ahora menos, pero en concreto en Deza sí es verdad que tenemos carencia de árbitros y la idea sería un poco promocionar nuestra profesión y desmitificar la figura del colegiado como un personaje oscuro, que no gusta y que tiene mala prensa. Se trata de darle una vuelta a eso, al menos en este caso a los chicos y las chicas de un instituto y si esta charla sirve para que alguno de ellos se sume a la causa, sería algo fantástico.

-¿Por qué cree que todavía tiene tan mala fama el arbitraje?

-Pues, bueno son seguramente un conjunto de factores que no nos ayudan mucho. La gente se quedó, a veces, instalada en lo que te decía antes del árbitro como una figura oscura que vive constantemente en conflicto con jugadores, con entrenadores y que no le gusta a público. Desde el otro lado lo vemos como una profesión de presente pero también como una profesión de futuro. Una forma de hacer deporte y una actividad bonita porque te permite dirigir un partido, estar metido en el fútbol, si te gusta este deporte, y en definitiva en una serie de cosas que no se conocen. Por eso, el propósito es visitar colegios e institutos como hacemos desde hace muchísimo tiempo para que vean que los árbitros somos chicos y chicas normales, que nos gusta mucho el fútbol y que dentro del balompié elegimos la parte de impartir justicia, y un poco explicarlo. Se trata de que los chicos se vayan a sus casas con eso y que ellos mismos decidan, hagan su propia reflexión y que los padres también ayuden en eso e incluso que los periodistas echarais un cable.

-¿Por qué eligió hacerse árbitro y no delantero o portero?

-En mi caso fue mi padre el que me propuso hacer el curso de árbitros sin tener ninguna vinculación con el arbitraje. Lo que sí tenían claros mis padres, y a día de hoy viéndolo con perspectiva es muy de agradecer, es que tanto mis hermanos como yo era importante para ellos que nosotros hiciésemos deporte y nos mantuviésemos pues alejados de ciertos peligros que había y sigue habiendo en la sociedad, como por ejemplo podían ser cosas las drogas o ese tipo de problemas. Mis padres siempre pensaron que el deporte era una muy buena idea. De hecho, llegué a practicar varios deportes cuando era más joven y cuando se deshizo el equipo de fútbol en el que yo jugaba pues mi padre me propuso ser árbitro. A día de hoy todavía no sé muy bien por qué, pero probé y llevo ya probando 30 años.

-¿Está contento de haberle hecho caso a su progenitor?

-Sí, yo creo que fue la mejor decisión de mi vida porque de hecho el arbitraje es mi vida. Casi todo se lo debo al arbitraje. Y un poco eso es lo que también lo quiero explicar a los chicos que vayan a estas charlas. Explicarles que hay un placer enorme en tomar decisiones acertadas, un placer enorme en practicar deporte, en viajar y en conocer gente.

-¿Es difícil ser imparcial cuando toca pitar a equipos de la tierra?

-Los árbitros gallegos a nivel profesional no pitamos partidos de los equipos de Galicia porque está prohibido por la reglamentación. En cualquier caso, desde el momento en que tú eres árbitro desarrollas una especie de frialdad a la hora de juzgar un partido de fútbol cualquiera. Lo único que ves son jugadas, acciones, y no te paras en personas ni en sentimientos. Es una labor casi mecánica que luego nosotros tratamos de desarrollar para poder dirigir un partido de fútbol. Los árbitros no somos unos robots que tomamos decisiones, sino que dirigimos y gestionamos los partidos en los que impartimos justicia.

-¿Tiene algún recinto deportivo favorito a la hora de arbitrar?

-Yo solamente tenía un sitio, que cuando subí a Primera División tenía especial interés en ir porque ya había estado viendo un partido allí, en la grada, y como cuarto árbitro, pero quería estar allí como árbitro principal, y era el antiguo San Mamés. El día que me estrené como árbitro pitando en San Mamés hice realidad un viejo sueño. Evidentemente, todos los estadios tienen su encanto pero no sé por qué tenía metido en la cabeza que San Mamés era un sitio bonito para poder pitar un partido oficial.

-¿Cree que el VAR solucionará los problemas del arbitraje?

-No porque tampoco nació con esa pretensión. Entonces, el VAR es una herramienta que nos ayudará y nos está ayudando mucho ya de hecho, pero no es la solución definitiva porque hay que tener en cuenta que lo manejamos personas, y el VAR sólo está para esas posibilidades en las que puede entrar. Más allá de eso, todo el mundo sabe ya que en jugadas grises no se suele meter pero que en las jugadas donde hay errores importantes del árbitro sí que es una solución rápida y muy buena. Es una herramienta muy buena que se va a ir perfeccionando, pero tenemos que estar satisfechos de tenerlo entre nosotros.

-Alguna vez ha subrayado la importancia del respeto en un terreno de juego. ¿Siendo árbitro eso es todavía más importante?

-Efectivamente es así. Para mi eso es algo fundamental, sin duda alguna. Y luego es algo que, por ejemplo, trasladas a tu vida diaria y cotidiana. Lo que siempre hablamos con los chicos que empiezan, con los nuevos árbitros y las nuevas árbitras que comienzan es que por nuestra parte siempre tenemos que pecar de exceso de respeto. Si alguien se tiene que equivocar en ese sentido, que tenga sobrepasar alguna línea, que sean los otros pero nunca nosotros. Siempre, desde el comité técnico de árbitros a nivel nacional y a nivel gallego, lo que se ha promovido es que por nuestra parte debemos de ser respetuosos con todos los componentes que forman parte del fútbol.

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