La viguesa Gracia Maestre recaló en A Estrada en octubre de 2016 como directora de la Oficina de Emprego local. Hasta ahora esa era la faceta que los estradenses conocían de ella. Pero mañana, los incondicionales del VI Festival Panic descubrirán su vena artística en Minicines Central con la proyección de Hardo, un corto futurista de 13 minutos de duración que protagonizó en 1991 junto a Alfonso Agra, un actor muy conocido por su papel de teniente en la serie Serra Moura. Con la "garantía" que supone, señala, trabajar bajo la dirección de Teo Manuel Abad -un productor y director de cine muy conocido por su vinculación a la dirección de Luar de la TVG-Maestre se estrenó así ante las cámaras.

Encarnaba a una pandillera futurista que, a su juicio, "aporta" una "puesta en escena dramática y conmovedora" en un corto caracterizado por una narrativa muy fotográfica, con flashes e imágenes muy rápidas, que enlazan con la estética de cómic de quien en Hardo asumió el diseño del vestuario: el dibujante y director de películas de animación Miguel Anxo Prado.

Gracia tenía entonces 32 años. Abad se fijó en ella al verla en unas fotos en las que ejercía de modelo de peluquería.Tras superar una prueba en el Plató 1000 compostelano, grabaron en varias localizaciones de Santiago y A Coruña. Fue una experiencia "enriquecedora" que Maestre vivió de una manera "ilusionante" . De la calidad del resultado habla el hecho de que Hardo fuese seleccionado para la Expo92, como obra retrospectiva en el Centro Galego de Artes da Imaxe (CGAI) y para ser emitido en la TVG. Tras él, a Maestre le llegaría "un papel muy anecdótico para una película de Vicente Aranda producida por Televisión Española", en la que encarnaba a una mujer presidiaria en el levantamiento de Asturias de 1934.

Son algunas de las breves incursiones en cine y teatro que ha realizado. Aunque "han sido muy pequeñas", las vivió "en el plano personal con mucha intensidad por lo que de experiencia supone".

Nacida en Vigo, Maestre había comenzado a trabajar como administrativa a los 18 años. A los 20 emigraría a Venezuela y allí adquiriría formación teatral en el Centro Gallego de Maracaibo, donde encarnaría a Micaela de Os vellos non deben namorarse de Castelao. Tras retornar a Vigo a los 23, intervendría con diferentes grupos teatrales en Galicia en obras para niños y en algún otro montaje en el que le tocó encarnar a un duende o a una cómica entre cómicos en Moaña.

Lo compaginó con su condición de mujer trabajadora: 7 años como administrativa en la privada y, tras aprobar la oposición hace 35 años, siempre vinculada a los servicios públicos de empleo.

Su actividad profesional con destino en laboral en Vigo y ser madre -"con lo que ello supone de tener que procurarse la propia subsistencia"- y la "incertidumbre del trabajo de actor" pesaron para que "no intentase ir más allá" en su vertiente artística. "Nunca he pretendido otra cosa que vivir el momento como algo gratificante", explica.

Hoy reside en A Estrada. "A nivel de trabajo, este no ha sido un territorio para soñar", explica. Antes bien, "lo contrario". "Las burocracias generan impotencia, intento ayudar a la gente por encima de todo" y, aunque lidia a diario con la "dura realidad" de quien no tiene trabajo, intentando proporcionárselo, para Gracia esta está siendo "una etapa muy gratificante". Para ella ha sido "una sorpresa" la rica vida cultural de A Estrada."Tiene mucha vida", explica. Aficionada a la escritura, ha participado en talleres literarios y en encuentros con la universidad. Amante del senderismo, conoce A Estrada "del Ulla al Umia". "Me he recorrido todas las parroquias", afirma, valorando el rural y, sobre todo, la calidez humana que ha hallado en A Estrada.