La Guardia Civil del Puesto de Silleda detuvo el martes a dos vecinos de Santiago de Compostela como presuntos autores de un delito de hurto ocurrido en un establecimiento dedicado a la venta de piensos, abonos, productos fungicidas e insecticidas en A Bandeira. Los detenidos quedaron en libertad con la obligación de comparecer, cuando sean citados, en el Juzgado de Instrucción de guardia de Lalín, donde fueron entregadas las diligencias.

Los hechos que motivaron la detención de estas personas ocurrieron el 14 de enero de 2019 -jornada de feria en A Bandeira-, cuando el instituto armado tiene conocimiento del delito de hurto en el interior del establecimiento Comercial Tino. Su propietario manifestó que en un descuido le fue sustraída la caja de caudales que contenía dinero en efectivo. Según él mismo indicó en su día a FARO DE VIGO, el montante de lo hurtado rondaba los 8.000 euros.

La Guardia Civil puso en marcha entonces una investigación en la que recopiló toda clase de información relacionada con los hechos que pudiesen aportar las personas que se encontraban en la localidad silledense ese día, coincidiendo con la celebración del primero de sus mercados bimensuales. También solicita a varios establecimientos comerciales las grabaciones de las cámaras de videovigilancia para su visionado, del cual se pudieron obtener datos indiciarios para la identificación de los presuntos autores, puesto que los mismos habían estado en otros locales utilizando idéntico modus operandi, aunque sin llegar a cometer ningún hecho delictivo.

Modus operandi

Las personas entraban en los establecimientos con el pretexto de cambiar varias monedas por billetes. Una vez que el dependiente se dirige a la caja para coger los billetes a cambiar por monedas, se fijaban en el dinero que contenía la misma. Si se trataba de una cantidad excesiva, haciendo algún tipo de gesto entre ellos, una vez comprobado que el establecimiento no disponía de cámaras de videovigilancia, uno tenía como misión distraer al dependiente preguntando por algún producto de la tienda, con intención de comprar; al mismo tiempo, procedía a alejar al vendedor de la caja, en concreto, a un lugar apartado fuera de la vista del otro colaborador, quien, en un descuido, se encargaba de sustraer la registradora con el dinero. Mientras, un tercero esperaba en un coche para abandonar el lugar rápidamente.