A falta de que se elabore el acta en la que se recogerá la valoración de la labor de inspección realizada por la Xunta de Galicia de la gestión de residuos realizada en la obra de reurbanización y ampliación de la alameda de A Estrada, la visita del técnico remitido por la administración gallega pareció respaldar ayer la defensa que, en el marco de las acusaciones vertidas en los últimos días, realizó el gobierno local. "La administración autonómica, después de la acusación de negligencia sobre el tratamiento de los residuos generados en la obra, envió un técnico que a priori vio todo correcto", apuntaron desde el ejecutivo. Sobre el terreno, y en presencia de los medios de comunicación desplazados a los terrenos que expanden la alameda hasta la calle Castelao, se apreció que los residuos se acumularon con la finalidad de favorecer el paso de los camiones en la obra.

"Concluyó que todo está claro y perfectamente documentado", indicaron también desde el Concello, señalando que hoy, después de una nueva visita, el técnico de Medio Ambiente elaborará un acta "en la que reflejará esta valoración de una manera sencilla, a fin de evitar dobles lecturas". Explican que este experto se encargará de seguir el avance de la actuación para garantizar que los residuos sean tratados de manera adecuada.

Antes de acompañar al representante de Medio Ambiente hasta la zona de obra de la alameda estradense el alcalde, José López Campos, explicó que el técnico estuvo revisando con el arquitecto técnico municipal, Daniel Órrea, todo el proyecto. Indicó el regidor que se puso a su disposición "todo", incluso la documentación relativa a la primera fase de actuación sobre estos terrenos, la de las demoliciones de los antiguos inmuebles que se ejecutaron para dejar libres las fincas que permiten ampliar los jardines municipales. Dijo López que esta información se aportó "para evitar suspicacias" y recordó que "se mandó todo a planta" para la gestión de los residuos generados entonces por las demoliciones. De este tratamiento pudo aportar ya el Concello los correspondientes comprobantes. En relación a esta segunda fase de actuación sobre estos terrenos, el munícipe hizo hincapié en que los residuos se encuentran acopiados a la espera de ser tratados in situ, de tal manera que aquellos valorizables puedan incorporarse ya a la propia actuación como material para los pavimentos de las zonas duras del nuevo parque. Aquellos no valorizables -remarcó el dirigente local-, caso de los hierros, maderas o plásticos, por ejemplo, serán conducidos a una planta de gestión de residuos.

"No hay ni un solo centímetro cuadrado de restos integrados en el terreno", incidió López Campos. Subrayó que el objetivo es hacer una obra con el impacto ambiental más bajo posible, en la que los materiales se mantengan acopiados dentro del propio terreno para evitar los traslados -y el consiguiente gasto y contaminación- en camiones entre la obra y la planta de tratamiento. Por ello, siguiendo una filosofía de una obra de residuo cero, se optó por trasladar hasta la propia obra una planta portátil que realizará el trabajo de valorización y triturará todo el material que pueda ser de nuevo incorporado a la actuación. Desde el gobierno se incide en que para ello se cuenta con una empresa debidamente homologada.

Remarcó el alcalde que el Concello cumplió "escrupulosamente con la normativa" también en lo referente a plazos, transcurriendo 15 días de se que cursó la solicitud para esta gestión de los residuos y la llegada prevista de la máquina, el próximo martes 5 de febrero.

El mandatario reconoció en la pasada jornada que continúa "sin entender el objeto de la polémica" suscitada en relación a esta gestión de los residuos generados por esta obra.

Las previsiones pasan por que la máquina realice su trabajo sobre el terreno hasta el 8 de febrero, machacando todo el material y remitiéndose a las plantas correspondientes los residuos que no sean valorizables.