Las conocidas como Escuelas de los Indianos dejaron huella en muchas generaciones, que fueron una realidad gracias al dinero enviado por los indianos y, sobre todo, por las sociedades de instrucción creadas por los emigrantes y que se llevaron a cabo por toda la comunidad gallega. Una de ellas es la que se conserva en la parroquia agoladesa de Brocos, por la que vecinos claman una solución para arreglar los desperfectos que presenta y también con la finalidad de darle un uso.
Esta escuela abrió sus puertas gracias a las aportaciones de la Sociedad Instructiva y Recreativa Pro-Escuelas de Brocos y sus contornos, que se fundó en Buenos Aires el 20 de julio de 1930. "Mi abuelo, Ramón Blanco, cedió el terreno heredado de su madre por la casa de Os Ferreiras y otros vecinos fueron a trabajar para hacer escuela", señala el vecino Xosé Ramón Blanco. "Ellos cuando emigraron se dieron cuenta de que en Sudamérica, pero fundamentalmente en Buenos Aires, había un gran desarrollo económico, por eso decidieron irse para allí", relata este vecino que añade: " ante la falta de alfabetización que había aquí, algo que hicieron los emigrantes de manera general en toda Galicia, de ahí las escuelas de indianos, mandaban el dinero para hacer escuelas porque era una gente muy comprometida con su lugar de origen". De esta forma, contribuían a que sus hermanos, sobrinos o vecinos pudiesen aprender, por lo menos, a leer y escribir. "O hacer algunas cuentas, que era lo mismo, lo que se llamaba la regla de tres para que los niños aprendieran a hacer cuatro cosas".
Estas instalaciones, que están compuesta por la propia escuela y por la casa de maestros, no se encuentran en la actualidad en perfecto estado, tal y como señala Blanco, ya que parte del tejado está caído. El problema está en que este inmueble es de titularidad vecinal. "Los vecinos hablaron con el Concello, pero como no es de su titularidad no se puede hacer cargo y los vecinos no tienen interés en desprenderse de ese edificio que es de la parroquia". Algunos lugareños sí estarían dispuestos a cederlo parcialmente, siempre que les ayuden a arreglarlo, pero no todos lo están, por eso es un debate que todavía está sobre la mesa. Además, consideran que podrían hacerse allí diferentes iniciativas.
En la actualidad prácticamente, como no está del todo acondicionado, no tiene actividad. En el pasado sí que celebraron allí actividades como el magosto o reuniones.
