El ejecutivo de coalición aprobó esta tarde en solitario la cuenta general de 2017. El PP, con la ausencia de la edil Raquel Lorenzo, decidió abstenerse, "para que el interventor no tenga ningún problema y que el gobierno no vuelva a tener la disculpa de que no funciona por culpa de la oposición", como explicó José Crespo. El edil no adscrito, aunque de nada servía su postura una vez que el PP tenía uno menos y ya había expuesto su intención, mantuvo su papeleta en contra a modo de "voto de castigo". La aprobación de la cuenta permitirá remitirla al Consello de Contas antes del 31 de este mes y, así, optar a las ayudas de la Xunta.

Crespo volvió a reiterar la escasa inversión de los fondos Dusi en el apartado de políticas del rural (6.954 euros en personal), e hizo hincapié en el aumento de las adjudicaciones directas y contratos menores, "las que se conocen vulgarmente como adjudicaciones a dedo". Sobre un total de 7,92 millones de adjudicación, el 35%, es decir, 2,76 millones, fueron bajo este método Su incremento es notable en determinadas áreas, como en servicios "donde el 59% se dio de esa manera, hasta llegar a 1.029.000 euros. Así viene después un montón de reparos informativos", apostilló el líder popular.

Tanto el PP como Cruz animaron al gobierno a sacar adelante los prespuestos de 2019, recurriendo incluso a un consenso previo entre partidos o mediante una moción de confianza.