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La digestión de la burbuja del ladrillo

Un fondo "buitre" se hace con unas ochenta viviendas en Lalín para destinarlas a alquiler

-El grueso de los bienes de Blackstone corresponde a un bloque situado entre As Queimadas y la Rolda Leste -Propone reservar algunos hogares para el ayuntamiento con destino a familias en situación de vulnerabilidad

El pinchazo de la burbuja inmobiliaria trajo consigo, también en Lalín, la quiebra de constructoras e inmobiliarias y que promociones completas de viviendas se quedasen sin rematar o sin inquilinos. Este es un problema para la administración local que, en los últimos meses, ha apremiado a entidades bancarias o a la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) a acondicionar los distintos inmuebles repartidos por el núcleo urbano de su propiedad, tanto por razones de seguridad -hay estructuras en ladrillo y otras que corren riesgo de desprendimientos- como por ornato.

Una de las promociones que no llegó a ser ocupada por ningún inquilino es la situada entre la zona de As Queimadas y la Rolda Leste. La quiebra, como en otros casos, de su promotora forzó en su momento al Banco Popular a quedarse con esta urbanización que, posteriormente, acabó endosando al conocido como banco malo para su comercialización. Pues bien, cerca de los 80 pisos que conforman los bloques de viviendas a estrenar fueron adquiridos por un fondo "buitre", que ahora los alquila por precios que oscilan, en función del tamaño de cada uno de los hogares, por entre 220 y 400 euros. En la operación ha intervenido la sociedad Blackstone y supone al menos que se tenga constancia, el desembarco de los fondos buitre en la comarca dezana. El alquiler de estas viviendas está siendo gestionado por una inmobiliaria lalinense, a la que a su vez recurrió la sociedad Anticipa España. Representantes del fondo internacional mantuvieron una reunión días atrás con miembros del grupo de gobierno para plantear la posibilidad de que el Concello se quedase, en alquiler también, con algunos hogares de esta promoción para dedicarlos a residencias temporales de familias en situación de vulnerabilidad. Por el momento no han trascendido avances en este sentido, aunque fuentes que gestionaron este encuentro con el ayuntamiento, indican que se trataría de un número limitado de pisos.

Además de los cerca de 70 pisos, Blackstone ha adquirido otros inmuebles, también para colocar en el mercado en régimen de alquiler, en otras puntos del núcleo urbano lalinense como la urbanización de O Regueiriño y otros en un edificio de la Avenida Bos Aires.

La irrupción en el mercado español de los fondos buitre ha rebajado la tensión con ventas en bloque de grandes carteras de activos tóxicos, aún pese a los grandes descuentos. En verano pasado, FARO difundía una información en la que se ponía de manifiesto la importante apuesta por el ladrillo de los fondos buitre, en Galicia sumando cerca de 2.000 activos repartidos por la comunidad autónoma. En la geografía gallega, Blackstone, contaba con ya entonces -solo a través de Aliseda, ex del Popular- cerca de 250 viviendas.

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