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Los temblores de la tierra en Deza y Tabeirós-Montes

Las comarcas registraron tres terremotos de baja intensidad a lo largo del último ejercicio

Los movimientos sísmicos se produjeron entre julio y octubre en Forcarei, A Estrada y Vila de Cruces, y ninguno de ellos llegó a los 2 grados -La profundidad de sus epicentros osciló entre los 2 y los 30 kilómetros

Miguel G. M ontero

Los fenómenos naturales siempre generan una gran alarma social y los terremotos, en particular, son uno de los que más temor causan entre la población. Expertos en la materia señalan que la comunidad gallega es, salvo casos puntuales, una zona que no destaca por una actividad sísmica llamativa. Es decir, aunque durante un período como un año pueden registrarse más de un centenar de terremotos, la mayor parte de ellos son de una intensidad muy baja, imperceptibles para la mayor parte de la población.

Durante el año pasado la tierra tembló en Deza y Tabeirós-Montes en tres ocasiones y esta agitación de las placas tectónicas se concentró, según consta en el informe elaborado por el Instituto Geográfico Nacional, entre los meses de julio y octubre. Como en el resto de la comunidad gallega, las comarcas son, desde el punto de vista sísmico, un territorio tranquilo. El primer temblor de la tierra se produjo el 2 de julio en Forcarei. De una intensidad de 1,8 grados en la escala de Ritcher, su epicentro se localizó a dos kilómetros de profundidad y en este caso la vibración del suelo en la localidad de Terra de Montes se produjo a las doce de la noche y 23 minutos. El terremoto de mayor intensidad se registró en A Estrada el 19 de septiembre (1,9 grados) y fue detectado por los sismógrafos a las 17.38 horas, mientras que su epicentro estaba a 30 kilómetros de profundidad. El último movimiento sísmico de las comarcas se produjo a comienzos del pasado mes de octubre en el territorio cruceño. La tierra comenzó a moverse el día 5 de ese mes a las 3.54 horas, con una intensidad de 1,3 grados y a una profundidad en la corteza terrestre de, exactamente según la institución científica estatal, de 19 kilómetros.

Expertos geógrafos como el lalinense Antonio Presas señalan que la mayor parte de estos terremotos de baja intensidad se deben en cierta medida a réplicas de otros y aseguran que, desde que existen estudios, salvo en ocasiones muy puntuales las comarcas no están dentro de las zonas con actividad sísmica relevante. En este sentido, manifiesta que solo son perceptibles por mecanismos avanzados tecnológicamente y, por eso, para la mayor parte de la población esta agitación de la tierra pasa desapercibida y es difícil que alguien pueda percatarse, precisamente, por la escasa intensidad de los mismos.

No obstante, Presas explica que en los últimos años las instituciones oficiales y los centros científicos están trabajando para, con la documentación recogida durante mucho tiempo, poner encima de la mesa unas conclusiones o nuevas investigaciones que, también, se están impulsando en Galicia.

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