El portavoz del PP de Lalín, Javier Blanco, ve al alcalde, Rafael Cuíña "instalado en el 2015 y en la manía contra el PP y contra Pepe Crespo" y le pide "que deje de vivir del pasado y que trabaje porque Lalín está paralizado por su culpa y este pueblo no puede permitirse perder otros cuatro años". En relación a la recuperación económica, opina que el regidor "debería aprender a asumir las críticas, porque es un representante público y eso le va en el sueldo y además su gestión es realmente pésima". Cree que por mucho que el alcalde se esfuerce en "manipular las cifras según su interés" y en "pintar un Lalín idílico que la gente no ve a pie de calle", el cierto es que hay ayuntamientos de características semejantes que "recuperaron las tasas de empleo anteriores a la crisis o incluso las mejoraron", mientras que Lalín aun está a más de 3 puntos de diferencia y con 320 parados más que los que había a comienzos de 2008.

Por otro lado, en relación al increíble balance" del portavoz socialista, Nicolás González Casares, dice que su único mérito fue aceptar un gran sueldo puesto por su cuñado a cambio de poder usarlo como bastón en el que apoyarse políticamente. Dice que el estado del puente de Bustelos o su permisividad con Racso son ejemplos que definen su política, o "episodios sonrrojantes impropios de un representante público".