El artista colombiano Carlos Santos ya está más que integrado en la sociedad dezana. Reside en Lalín desde hace año y medio y no tiene pensado dejar la localidad. Está inmerso en distintos trabajos y proyectos. Sin ir más lejos, anteayer impartió un curso de como enmarcar cuadros, cortar vidrios... en la Eira da Xoana de la parroquia de Ramil, en Agolada.

-¿Es habitual que imparta actividades de este tipo?

-En Cartagena, en Colombia, estuve en una marquetería desde los 23 hasta los 35 años, en dónde medio tiempo enmarcaba y el otro pintaba. Ahí fue en dónde aprendí a cortar vidrio, a enmarcar cuadros, por lo que era un oficio que iba muy bien con mi profesión de pintor, porque aprovechaba para conocer a los pintores de Colombia, y del mundo entero, a través de esa marquetería porque estaba muy bien ubicada allí en Cartagena. Y quiero que la gente joven y todos aprendan a cortar vidrio, a como enmarcar un cuadrado, las medidas, a como conservar una obra. También para aprovechar y hablar con la gente de los cuadros que tienen en sus casas y explicarles que hay que cuidarlos, porque cada cuadro es una herencia, incluso, un cuadro algunas veces pueden llegar a ser más caro que una casa, por ejemplo un Picasso. Por lo tanto, yo les explico que el arte es un patrimonio que hay que saber cuidar y la marquetería es una forma de cuidar un patrimonio, como es el del arte.

-¿Es necesario tener ciertos conocimientos previos para asistir a uno de estos cursos?

-Se puede empezar desde cero y tampoco importa la edad.

-¿Ya había estado más veces en la Eira da Xoana?

-Sí, la primera vez que fui sembré un castaño y siempre voy a las actividades ecologistas, de animalistas, que realizan allí. Este es un paraje bonito para dar un curso, porque es como una actividad recreativa, que permite recrearse, pero aprendiendo y aprovechando el tiempo.

-¿En qué proyectos está inmerso en estos momentos?

-En la actualidad, me dedico a hacer muchos encargos que tengo aquí en Lalín de gente que me manda hacer retratos o hay los que me mandan pintar sus bares. Acabo de pintar uno muy bonito, el de la Casa do Gato, también el del Café O Polo, el de Maragota, también muchas casas particulares, de gente caminando o divirtiéndose... Y continúo con mi tema de Entropías, que ahora mismo estoy exponiendo en Madrid y para el próximo mes expondré en una feria en Ourense, tengo otra exposición en A Coruña, en el museo María Pita. El tema de Entropía es muy especial, pero lo expongo a nivel nacional y el año pasado en Nueva York.

-¿Es Lalín un buen lugar para inspirarse?

-Llevo aquí un año y medio, ya para dos, y me voy a quedar. Me gusta Lalín porque está en el centro de Galicia, la temperatura de aquí me encanta y hay mucha actividad cultural. El ayuntamiento, los particulares... contribuyen a que haya una variedad cultural muy importante. Además la relación mía como artista fue muy acertada, porque hay ciertos artistas, creadores que están metidos en sus estudios y no se relacionan con la gente, pero a mí me encanta encontrarme con las personas y eso me está dando buen resultado. Aquí ya tengo muchos amigos y amigas con los que tengo muy buenas conversaciones y tenemos varios proyectos. Así por ejemplo, colaboro en Bigotes, en la Algarabía, por lo que estoy encantado, además vivo en un piso maravilloso, untercer piso con una luz ideal.