Vecinos de Lalín alertaban ayer del mal olor y sabor del agua de la traída detectado en hogares y negocios de diferentes calles del casco urbano, algo que provocó que se incendiaran las diferentes redes sociales. El Concello informó después del mediodía "que previsiblemente se deba a una vertido de purines realizado esta noche en las inmediaciones de la estación de bombeo de Catasós". Adelanta que los hechos ya fueron puestos en conocimiento del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) "que está a investigar el lugar exacto del vertido y su procedencia".

La empresa concesionaria del servicio de abastecimiento de agua en Lalín, Espina & Delfín, indicó, según fuentes municipales, que, en cualquier caso, " que el bombeo del agua a la red de suministro hace que esta agua esté perfectamente clorada y que previsiblemente, mantenga su potabilidad, más allá del mal olor y sabor".

En cualquier caso, el Concello, señalaba ayer, que por precaución, procedieron a realizar analíticas para certificar que el agua cumple con los parámetros de calidad exigidos y que también estaban a purgar los depósitos para que el abastecimiento recuperase las mejores condiciones lo antes posible. El Concello lamenta las molestias que este "acto injustificable, obra de desaprensivos" está a ocasionar a buena parte de los vecinos.

Grandes molestias

Uno de estos afectados, concretamente de la Rúa Corredoiras, que se puso en contacto con esta Redacción ayer por la mañana, indicaba las molestias que les están a causar a muchos residentes "ya que con el fuerte olor, ni siquiera nos podemos duchar", puntualizaba.

Saltaron las alarmas desde primera hora de la mañana, tanto por parte de particulares, como de responsables de distintos establecimientos, entre ellos los restaurantes, que de alguna manera, les afectó en el desempeño de su actividad. Sobre todo, se respiraba mucha incertidumbre, porque los vecinos se preguntaban a que era debido ese fuerte olor, no solo a purín, sino también a cloro. Así fue que responsables del gobierno municipal y la empresa concesionaria del servicio se pusieron a trabajar para determinar cual era la causa de este hedor y tratar de solucionarlo cuanto antes.

Los vertidos ilegales de purín son infracciones graves, que en muchos casos, pueden ser penalizadas, ya que son consideradas como un delito que va en contra de la salud pública que puede llevar a una sanción considerable. Sin embargo, los ciudadanos muchas veces no son conscientes, o sí, de que una de sus acciones pueden provocar importantes trastornos en la mayoría de los vecinos, como fue en este caso.