El bar Taboada de Lalín acogió ayer una comida muy especial: la de los Quintos del 58. Los compañeros de armas compartieron mesa y mantel con sus esposas y es una cita que celebran desde hace más de una década. Ellos nacieron en 1937 y realizaron el servicio militar en Ceuta y Melilla durante 24 meses, tal y como señala uno de ellos, Manuel González Paio.

La mayoría son de Lalín, pero también hay algunos de Rañestras (Rodeiro). Este encuentro anual es ideal para revivir viejos tiempos. "Cuando eres educado, no tienes ningún problema por el mundo adelante", señala González, que era sastre y lo destinaron al almacén de ropa para confeccionar uniformes para los altos cargos. "Hace dos años fuimos por el Imserso a una excursión a Benalmádena, y algunos decidimos coger un barco para visitar Ceuta, llegamos al cuartel, y al explicarles que veníamos de Galicia y que estuviéramos allí, nos dejaron entrar, ¡y está igualito! Solo que antes en el estábamos unos 4.000 soldados, y ahora solo hay unos 600".