A última hora de anteayer, la empresa concesionaria del Servicio de Axuda no Fogar (SAF) de Lalín, presentó por registro en el ayuntamiento la solicitud de resolución de contrato. La firma manifiesta que "es una decisión no deseada por la empresa", pero a la que se ha visto forzada por diversas circunstancias, siendo una de ellas la imposibilidad de seguir presentado el servicio "en las condiciones contractuales actualmente vigentes debido al incremento de los costes del servicio".

Durante el 2018 Galáurea señala que tuvo que asumir un incremento de costes salariales desde el 1 de enero de 5%, lo que ocasionó que el servicio entrara en pérdidas . "Este aumento determinó que en octubre se solicitara al ayuntamiento el restablecimiento del equilibrio económico financiero, sin que hasta la fecha, más de tres meses después, haya contestado expresamente a esta petición". Esta situación, tal y como señala la firma a través de un comunicado, se agravó seriamente ante el impacto de la entrada en vigor el 1 de enero del Real Decreto 1462/2018 por el que se aprueba el salario mínimo interprofesional para el 2019, que se incrementa en más de un 22%. Esto supone una alza de costes laborales del servicio en Lalín de más de un 25%. " Y si a ello se aplican las expectativas de incremento del IPC para este año, las estimaciones apuntan a que a septiembre de 2019 los costes del servicio pueden llegar a alcanzar un incremento de un 27%, lo que hace totalmente inviable el servicio".

Galáurea indica además que a ello hay que añadir que la facturación del servicio durante el 2018 "ha sido inferior a la prevista y que también la firma tiene que prestar el servicio de teleasistencia a personas que no tienen reconocido derecho a ello, "sin que el ayuntamiento esté pagando o compensando a Galáurea por esos servicios". Explica que el incremento del SMI en más de un 22%, "resultaban totalmente impredecibles y extraordinarios cuando se licitó el servicio, por ello, ante esta situación, al no modificar el Concello el precio del servicio para compensar ese incremento de costes, a Galáurea no le resulta posible poder seguir cumpliendo con sus obligaciones, de modo que la empresa se ha visto abocada a tomar la indeseable decisión de solicitar la resolución del contrato". Al fin de no perjudicar el servicio ni a los usuarios, la entidad propone al Concello que la resolución se haga de mutuo acuerdo, "por ser la mejor decisión para garantizar el funcionamiento del servicio con una nueva licitación del contrato". En el caso de que el ayuntamiento no lo acepte de mutuo acuerdo, Galáurea alega la expuesta imposibilidad de poder seguir prestando el servicio con las condiciones contractuales vigente.

La prestación en Agolada

Por su parte, el Concello de Agolada, tal y como confirmó ayer el teniente de alcalde, Héctor Martínez, se vio obligado a adjudicar unas 500 horas del SAF a una empresa privada, debido a que, como también pasa en otros municipios limítrofes, no hay personal suficiente en las bolsas de empleo para cubrir todas las horas. El Concello ya trabajaba con una firma para casos de urgencias, como por ejemplo, en casos de baja. Esta adjudicación permitirá agilizar el sistema y ofrecer el servicio a todos los usuarios.

En la actualidad, hay una quincena de trabajadoras, tanto de Agolada, como de otros municipios, y Martínez señala que "en este concello todos los usuarios están atendidos".