El Campeonato Provincial de Caza do Raposo en Cerdedo-Cotobade que se está disputando esta mañana en los tecores de Cerdedo, Cotobade y Coirego está siendo una auténtica guerra de guerrillas. Los 300 cazadores y los en torno a 75 ecologistas llegados de los puntos más dispares de la provincia se están midiendo sobre el terreno con estrategias contrapuestas que comenzaron ya de madrugada.

Los ecologistas -mujeres en su mayoría- aseguran haber estado por los montes ya de madrugada tratando de espantar a los zorros. Y, según fuentes de los cazadores, también habrían intentando precintar con silicona la cerradura del pabellón de Cerdedo donde debían congregarse a primera hora los cazadores. Precisamente aprovechando ese momento denuncian los cazadores que hubo animalistas que le echaron pimiento picante a los perros en algunos remolques para inutilizar su olfato de cara a la cacería.

Tan pronto como los cazadores salieron de Cerdedo en dirección a los campos que le habían correspondido por sorteo en montes de los tecores de Cerdedo, Cotobade o Coirego, los ecologistas les siguieron para impedir que llevasen a cabo la cacería. Y, ante esta evidencia, los cazadores tiraron de estrategia para intentar despistarles.

Según testigos presenciales, lo lograron en los puntos más inaccesibles a los que solo era posible subir en todoterreno. Pero en otros con mejor acceso, como en Deán de Cerdedo, los ecologistas lograron acceder a los montes y, mientras que ellos aseguran que lo hacen pitando y generando mucho ruido, según los cazadores, también cometen "ilegalidades" como adentrarse en el monte para impedir que se pudiese llevar a cabo la caza, llegando a provocar en algún caso que no se le pudiese disparar a alguna pieza, ante el riesgo de que pudiera resultar herido algún ecologista. En estos casos, se requirió la presencia en la zona de los efectivos de las patrullas de seguridad ciudadana y de Seprona de la Guardia Civil que habrían procedido a identificar a los ecologistas y alguna cuadrilla -como la que cazaba en Deán- decidió guardar las escopetas y, ante la imposibilidad de cazar, ir a tomarse unos bocadillos.

Así las cosas, a lo largo de la mañana ha habido momentos de tensión. Fuentes de los ecologistas aseguran que ha habido un incidente en el que resultaron agredidos dos activistas. Por su parte, los cazadores denuncian que los ecologistas están tirando de insultos, peinetas, malos modos y muchos decibelios de ruido en una continua provocación que busca hacerles perder los nervios.