La arcea podrá cazarse hasta el 10 de febrero, debido a que esta ave emigra emigra hasta que las temperaturas arrecian en su país de origen, el norte europeo y Rusia. Así que, dependiendo de si hace el frío suficiente o no, habrá en tierras gallegas más o menos densidad de este animal. Tendría que haber llegado con la primera luna llena de noviembre, como explica desde Dozón José Rodríguez, peor lo hizo en menos densidad que otros años, y se marchará de nuevo durante las próximas semanas. Pero el termómetro del Norte no es el único condicionante. El presidente de los cazadores de Cerdedo, Javier Santos, explica que en los últimos tiempos se le atribuyen unas propiedad "casi milagrosas" a los huevos de la becada. Así que lo que se está haciendo en determinados países es extraerle los huevos, con lo que el animal ya no tiene por qué emigrar, al no tener que buscar países más cálidos para realizar la puesta. El aumento de cazadores sobre esta especie también merma su volumen.
