Xosé Magariños, portavoz municipal del BNG de A Estrada, y Constantino Regueira, responsable local del BNG, comparecieron ayer en rueda de prensa para alertar de los problemas detectados en los últimos meses en el IBI del rural. Desde la formación nacionalista calificaron como "un despropósito" la regularización catastral forzosa impulsada por Catastro en Galicia y por tanto en el rural estradense. Desde el BNG destacaron que, en este tiempo, han sido muchas las personas que han acudido a ellos para plantearles casos que a su juicio demuestran que se trata de una regulación hecha mediante fotos aéreas pero no sobre el terreno, lo que genera muchos fallos.

Magariños señaló además que esta regularización parte de una idea equivocada. "Está en manos de Madrid y no de Galicia. Aquí hay otra tipología de construcción. Nuestras construcciones rurales no son chalés adosados con garajes y piscinas. Demuestra un desconocimiento por parte de Catastro de nuestra manera de vivir", afirmó. "Están siguiendo criterios de viviendas de los extrarradios de las grandes ciudades pero las viviendas del rural gallego son diferentes", añadió en el mismo sentido. Para el portavoz del BNG estradense, este factor genera problemas como que se quiera hacer tributar a los vecinos por casetas de perro o por "alpendres" o "palleiros" que en muchos casos funcionan como espacio de almacenaje o para tener pequeñas huertas o algunos animales.

Los nacionalistas censuraron en este sentido los cambios de catalogación "sin explicación", que no se tenga en cuenta la antigüedad de las construcciones o el paso de fincas rústicas a urbanas. Criticaron además el déficit de información a los vecinos, que ni en la documentación ni en la oficina de atención reciben aclaraciones sobre el cambio de coeficiente.

Teniendo en cuenta la forma de llevar a cabo esta regularización incide en su idea de que el PP quiere que la gente abandone el rural para irse a los núcleos urbanos. Alertaron además de que el pago de los sesenta euros que están teniendo que realizar los vecinos en esta regularización no será el último. Desde el BNG auguraron que los vecinos afectados tendrán que pagar también el IBI con carácter retroactivo de los últimos cinco años. Este pago llegará sin embargo una vez pasen las elecciones municipales, algo que consideran puede ser buscado por el PP. Según sus estimaciones, estos atrasos superarán los 150 euros. "Se está tratando a los ciudadanos como defraudadores cuando no han hecho nada malo".