La gerencia sanitaria de Santiago incorpora con éxito el tratamiento ambulatorio para pacientes con enfermedad de párkinson en estado avanzado. Así se refleja en los resultados del estudio Instauración ambulatoria y manejo del tratamiento con infusión intraduodenal de levodopa-carbidopa (IILC) en la enfermedad de párkinson avanzada, publicado por la unidad de trastornos del movimiento de neurología en la Revista de Neurología.

La unidad de párkinson tiene implementado un protocolo de instauración del tratamiento con infusión continua de levodopa-carbidopa intestinal sin necesidad de ingreso hospitalario, gracias al desarrollo de un circuito multidisciplinar entre el propio servicio de neurología y las unidades de endoscopia digestiva y HADO (Hospitalización a domicilio). En año y medio, ha tratado a cinco pacientes con párkinson avanzado, de entre 71 y 78 años, de los que cuatro son mujeres. "Todos continúan con el tratamiento y no presentan complicaciones significativas", apunta la gerencia sanitaria. La instauración ambulatoria del tratamiento ahorra coste, evita el impacto negativo del ingreso hospitalario y favorece su adaptación y tolerancia al mismo.

El mecanismo dopaminérgico continúa siendo la base sobre la que giran las terapias avanzadas de la enfermedad, en forma de estímulo dopaminérgico contínuo o mediante estimulación cerebral profunda. Una de las causas implicadas en la aparición de fluctuaciones motoras y discinesias es la absorción errática de levodopa en el intestino. Una administración menos pulsátil y más mantenida de la medicación se traduce en una mejoría de los síntomas al reducir el impacto negativo del aligeramiento gástrico en su absorción.

La instauración del tratamiento con IILC se realiza habitualmente con el paciente ingresado. Inicialmente, se convierte en una dosis equivalente de levodopa, carbidopa en gel buscando su optimización, que se consigue en 4-5 días mediante sonda nasoduodenal temporal. Comprobado el efecto beneficioso y su buena tolerancia, se realiza una gastrostomía endoscópica percutánea (PEG). Santiago complementó el protocolo en régimen completo ambulatorio, gracias al hospital de día, personal de enfermería con formación y la ayuda de la unidad de hospitalización a domicilio para la vigilancia de la PEG en los primeros días.