-¿Tiene pensado ampliar el negocio o abrir en otra ciudad con una propuesta similar?

-No. No lo hacemos porque nos parece un error. Crecimos mucho con el negocio que teníamos en Ponferrada, y al final si tú no lo llevas personalmente y atiendas a la gente de verdad, malo. Tú puedes faltar un día puntualmente pero tienes que estar siempre al frente del negocio. Cuando pasa eso el proyecto se desdibuja y se pierde. Pasamos de tener mucho a no tener nada porque la visión empresarial que teníamos antes ya no la tenemos ahora porque evidentemente siempre quieres crecer. Por eso te digo que de momento nos gusta lo que hacemos, y la propuesta que tenemos en esta zona tan céntrica de Madrid.

-¿Alguno de los miembros de su familia han estado alguna vez en un sitio como Vila de Cruces?

-Sí, por supuesto. Incluso tenemos clientes que proceden de ese municipio de la provincia de Pontevedra. En este barrio también conocemos a gente que es de Vila de Cruces que, por supuesto, nos visita porque le gusta tanto el nombre como los productos que ofrecemos. Como tenemos fotografías de por allí, los cruceños son los que primero se dan cuenta y te comentan las fotos o te preguntan de qué parte del pueblo se trata. Hemos estado en la panadería de Carlos Vilar varias veces, y tengo que decir que es un sitio alucinante por todo lo que te puedes encontrar.

-¿Qué papel juega su madre en esta nueva aventura hostelera?

-Tengo que decir que todo esto que se encuentra en la calle Ramón de la Cruz de Madrid no sería posible sin ella. En realidad, el alma del local es nuestra madre, Avelina, aunque todo el mundo la conoce como Ave. Cuando empezamos a planear un local como Casa de Vila de Cruces ella fue la primera que dijo que se apuntaba. De hecho, ahora los clientes pasan tanto de mí como de mi hermano porque prefieren hablar con ella personalmente para hacerles los encargos. Por eso digo que ella es el alma de verdad de este establecimiento. Es una señora que ha trabajado toda su vida y que no se ha sentado nunca. Tanto ella como nuestro padre son unos grandes ejemplos para sus hijos, y eso es algo que nunca le podremos agradecer totalmente. La verdad es que los dos son extraordinarios.