El Juzgado de lo Penal Número 1 de Pontevedra acoge hoy la primera sesión del juicio contra Manuel P.M., el joven que el 7 de febrero atropelló mortalmente a Ana Dasilva Castromil en la entrada del casco urbano de Vila de Cruces, a la altura de O Camballón. El coche, por una distracción del conductor, arrolló a la mujer cuando esta cruzaba corriendo por un paso de peatones para recuperar a su perro. Al juicio están citados a declarar los agentes de la Guardia Civil de Tráfico que elaboraron el atestado y dos testificales, una de ellas de un conductor que viajaba en sentido contrario en el momento de los hechos.

Tanto el exmarido de la víctima como sus dos hijas se personaron, por separado, como acusación particular, pero el excónyuge decidió retirar la denuncia a última hora. En su momento, había solicitado una indemnización que rondaban los 90.000 euros. Las acusaciones particulares solicitan una pena de cárcel de cuatro años y la prohibición de conducir durante el mismo periodo.

Esos cuatro años de cárcel que solicitan las acusaciones particulares es el máximo periodo de prisión que contempla el artículo 142.1 y 2 del Código Penal, el que se aplica al conductor al serle imputado un delito de homicidio por imprudencia grave. La Fiscalía le atribuye este delito, pero rebaja la pena de prisión de cuatro años a dos. Del mismo modo, propone que se le prive del derecho de conducir vehículos de motor y ciclomotores durante tres años. En cuanto a la responsabilidad civil, solicita una indemnización a una de las hijas de la fallecida, A.J.D. de 57.517 euros. Esta joven convivía con la víctima mortal cuando se produjo el accidente y tenía por entonces menos de 30 años.

El accidente tuvo lugar sobre las 20.30 horas en el kilómetro 16 de la PO-206, que comunica Cruces con Lalín. El fiscal apunta que el acusado circulaba con su vehículo a una velocidad mayor de la permitida, algo que figura también en el atestado de Tráfico, y que iba "desatento a las incidencias del tráfico". La defensa del conductor pide para él la absolución argumentando que, además de que ya era de noche, la mujer llevaba ropa muy oscura, lo que dificultaba su visibilidad. El joven no dio positivo en los controles de alcohol y drogas. Desde el propio Concello se indicó en su momento que es una zona que dispone de suficiente iluminación y que es el primer accidente mortal que se registraba en este punto desde la década de los 90.