Más de un millar de escolares pasaron durante el último mes por el taller Arqueocampo, impulsado por el departamento de Turismo del Concello de A Estrada. Esta es la última semana en la que esta propuesta formativa permanece operativa. Su objetivo es poner en valor el patrimonio arqueológico a través de la enseñanza y representación de las actividades que se llevan a cabo en una excavación arqueológica. En la práctica, la propuesta concede a los alumnos participantes dos horas enteras para sentirse como un arqueólogo.

Los profesionales de la firma estradense Tesouros Novos se encargan de dirigir la actividad. Su propuesta invita a los estudiantes a entrar de lleno en el escenario de una excavación, conociendo y realizando el trabajo que tendría que desarrollar un arqueólogo que se enfrente a un yacimiento de Edad de Hierro, con sus muros, niveles de derribo, carbón, cerámicas y otras piezas. Después llega el momento de pasar al laboratorio, donde se realiza el trabajo de tratamiento de muestras y también en análisis del material arqueológico. La idea, según explicó ayer Jesús Borrageros, es que los alumnos tengan una visión global de cómo sería la labor arqueológica en sus diferentes fases, contribuyendo a desmitificar un trabajo que, en contra de lo que pueden mostrar las películas, no es una búsqueda del tesoro sino una rigurosa investigación para conocer cómo vivían las sociedades del pasado.

Arqueocampo cierra esta semana sus puertas. Cuando lo haga, unos 1.100 estudiantes del Concello de A Estrada habrán pasado por esta particular excavación, habilitada en el recinto de la Fundación de Exposicións e Congresos. Antes de despedirse, la actividad propone este fin de semana una doble jornada de puertas abiertas, con posibilidad de que todos los interesados se adentren en esta excavación, a partir de las 11.00 horas.