Los nueve municipios de Deza y Tabeirós-Montes han recortado por segundo año consecutivo los fondos destinados a inversión real. Si en la comparativa de la cuenta de 2016 con respecto a un año antes los recursos movilizados habían caído un 19%, en la del pasado ejercicio con respecto al anterior la disminución es menos acusada y se queda en el 9,4 por ciento. En total, durante el curso anterior las administraciones locales destinaron 9.240.866 euros a inversiones.
Los datos de las liquidaciones de los presupuestos de 2017 que ofrece el Ministerio de Hacienda ponen de manifiesto que, en total, la caída en las inversiones ha sido de algo más de 962.000 euros. Pero esta situación no debe analizarse en su conjunto, pues cada concello muestra un escenario muy diferente, sobre todo si comparamos el dinero empleado para proyectos durante el pasado año y los dispuestos en la cuenta de 2016. Un ejemplo claro es Lalín, el ayuntamiento claramente más inversor hace dos años, con algo más de 2,7 millones de euros. Ahora ninguna administración municipal de las comarcas alcanza esa cifra, pero la comparativa del Concello lalinense es muy llamativa: pasa de ser el más inversor, en 2016, a quedar relegado a la cuarta posición, por detrás de A Estrada, Silleda y Cerdedo-Cotobade. En el caso de este último municipio tomamos como referencia los datos como una única administración local y los anteriores, como dos independientes. La administración de la cabecera comarcal dezana liquidó en sus cuentas pagos en inversiones por valor de 993.094 euros, lejos de los 2.259.313 euros de A Estrada (1,8 en 2016) o 1.878.196 de Silleda (que había habilitado 1,2). En Cerdedo-Cotobade fueron 1.302.212.
Vila de Cruces cerró sus cuentas con 689.770 euros en inversiones (1,3 millones doce meses antes) y en Rodeiro fueron 439.464 frente a los 278.277 euros anteriores. En el caso de Agolada el capítulo de inversiones reales cae de los casi 900.000 euros de 2016 a los 584.643 y en Dozón son 217.835 euros frente a los 379.474. En Forcarei el montante se incrementa desde los 654.690 a los 876.439 euros de la cuenta municipal de un año antes de las próximas elecciones municipales.
Por otro lado, la partida de gastos de personal crece en la práctica totalidad de los ayuntamientos de las comarcas y solo es menor en el caso de A Estrada. En términos absolutos el montante destinado a pagar las nóminas de los trabajadores municipales sube desde los 16,9 a los 17,6 millones. Sobre este particular llama la atención que Cerdedo-Cotobade, tras su fusión, no solo no es capaz de contener su gasto en personal sino que lo incrementa en unos 77.000 euros, hasta los 1,6 millones. Es decir, la unión de ambas administraciones locales no supuso una optimización de recursos en personal o al menos así se deduce de los números remitidos al ministerio para la fiscalización de sus cuentas. A Estrada, que disminuye su gasto en personal en casi 265.000 euros, se equipara a Lalín, una vez que el capítulo uno de sus presupuestos rebasa sensiblemente los 4,8 millones.