El BNG de Lalín lanzó ayer una propuesta con la que se pretende frenar el desembarco de la planta de tratamiento de neumáticos proyectada por la firma Racso para el parque empresarial de Botos y, a su vez, condicionar el asentamiento de este tipo de industrias que los nacionalistas consideran no generan un beneficio social. Su portavoz municipal, Francisco Vilariño, apoyó su medida en dos vías: por un lado la modificación del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) y por otro -ya más a largo plazo- la búsqueda de alternativas para ubicar a este tipo de factorías en terrenos en los que su actividad no genere un impacto directo sobre el medio ambiente o los núcleos de población cercanos.

Acompañado de otros colegas de partido, Vilariño explicó que la modificación puntual del planeamiento urbanístico conllevaría la suspensión de licencias tanto en Lalín 2000 como en Botos para este tipo de industrias y, a la vez, poner en marcha un trabajo que se tradujese en la creación de polígonos específicos en los que las industrias de estas características no produjesen problemas, que cumpliesen con las distancias exigidas respecto a otras empresas y también en función de los núcleos habitados.

Vilariño Taboada recordó que el BNG siempre mantuvo la misma posición respecto a su negativa al desembarco de Racso en Botos y, una vez, dijo, que parece que tanto los grupos que sustentan el grupo de gobierno como la oposición están de acuerdo en el rechazo a esta industria, es quizá momento de que tomen la propuesta de su partido y se pongan de inmediato a trabajar para hacerla efectiva. Porque, advirtió, aunque el proceso inicial de la empresa leonesa fue en cierta medida frenado por la Xunta, Racso ya anunció que retomará la solicitud de permisos ante la administración autonómica y, en caso de que su proyecto ya cumpla, el Concello podría verse abocado a otorgarle los permisos municipales, pues en caso contrario incurriría en un posible delito de prevaricación. "Esperamos que estas propuestas sean bien acogidas, porque tienen un respaldo legal y darían seguridad a los vecinos, tanto para este caso de Racso como para otros que pudiesen llegar", declaró.

Francisco Vilariño (que compareció acompañado de Amado López, Manuel Carbón, Luz Fernández y Alba Suárez) puso de manifiesto el trabajo realizado por la agrupación nacionalista y agradeció la colaboración del biólogo local Martiño Necellas. Asimismo manifestó que el BNG defiende, como no podía ser de otro modo, la llegada de empresas que generen puestos de trabajo, pero, dijo, no es este el caso de Racso o de otras industrias cuya actividad pueda generar efectos inmediatos sobre el medio ambiente o la ciudadanía, además de indicar que estas firmas suelen llegar con una vitola de generadores de empleo que luego no es tal. En relación a los dos recintos empresariales del municipio, señaló que tanto Lalín 2000 como Botos presentan un nivel de ocupación tan elevado que, junto a la normativa aplicable, prácticamente impiden que una empresa como Racso pueda ubicarse allí. Por eso plantea otra vía para que firmas de actividades que puedan considerarse de dudoso encaje, se lleven a otros emplazamientos en los que no haya "impacto ambiental e inseguridad de los ciudadanos".