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A Estrada, corazón de peatón

La villa ensayará de nuevo esta Navidad la peatonalización de su zona más comercial mientras el gobierno aguarda que el PMUS decida qué calles podrían cerrarse al tráfico

Imagen de archivo de la calle Calvo Sotelo, semipeatonal. // Bernabé/Javier Lalín

El debate siempre ha estado en la calle. La peatonalización del centro de A Estrada tiene defensores y detractores, si bien cada vez más voces se han alzado en los últimos años para asegurar que la apuesta por un corazón urbano más o humano es el camino que, antes o después, han emprendido las ciudades o las villas de mayor tamaño, caso este último de la propia capital de Tabeirós. La localidad volverá a ensayar esta Navidad qué pasaría si la zona más comercial estuviese cerrada al tráfico, si los peatones tomasen íntegramente la calle y disfrutasen de la comodidad del paseo completamente a sus anchas.

El experimento, que se realizará durante ocho días -entre los meses de diciembre y enero y coincidiendo con la antesala de las fechas más señaladas de la campaña navideña- en las calles Ulla y Calvo Sotelo, llega a petición de la Asociación de Comerciantes da Estrada (ACOE), desde cuya directiva se incide en la necesidad de que el municipio dé un paso adelante y apueste decididamente por la peatonalización de una de sus calles más céntricas. Al ser preguntado por esta cuestión, el alcalde, José López Campos se decantó por aguardar al inminente Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), un documento llamado a desplegar el análisis pormenorizado de la situación del tráfico y las diferentes vías del casco urbano para proponer acciones de humanización y peatonalización, estableciendo una priorización en esta posible intervención.

Aunque desde el gobierno que encabeza llegaron a plantearse en varias ocasiones posibles procesos de humanización y peatonalización, el regidor prefirió no pronunciarse en estos momentos a la espera de que en breve se entregue al Concello el PMUS. "Lo normal es esperar al Plan de Movilidad", estimó López, que subrayó que esta es una cuestión de gran importancia en "Concello como A Estrada, con una vinculación comercial muy importante".

La ampliación del aparcamiento público de la avenida de América se situaría en la línea de actuaciones que permitirían compensar la posible pérdida de plazas de aparcamiento en la zona centro en el caso de que se apostase por un cierre circulatorio, si bien calles como Ulla y Calvo Sotelo ofrecen ya un número de plazas muy reducido y en gran medida de tiempo limitado tras su peatonalización parcial, de manera que un proceso total no supondría gran impacto.

En todo caso, López Campos no dejó de reconocer que una de las grandes limitaciones para la apuesta peatonalizadora del centro estradense es la proximidad de la N-640, mientras A Estrada no cuente con la ansiada variante. El temor del gobierno es la sobrecarga de una vía que presenta ya una intensidad circulatoria elevada si tuviese que absorber el tráfico desviado de la zona más céntrica de la villa. La válvula para aliviar esta presión vendría dada por una circunvalación que se hace de rogar.

A la espera de las decisiones que recomiende tomar el PMUS en materia de peatonalizaciones y humanizaciones, varias son las candidatas a someterse a procesos de esta índole. Junto con la céntrica Calvo Sotelo, un tramo de Justo Martínez y parte de la calle Iryda ganan papeletas ante un posible cierre al tráfico con la obra de expansión y reforma de la alameda municipal hasta la calle Castelao. El planteamiento se dejó caer en varias ocasiones desde el gobierno, si bien se apuesta por esperar lo que el PMUS tenga que decir al respecto. La clave está en el hecho de que la Praza da Constitución y los propios jardines municipales quedarán tras la reforma completamente abiertos a estas dos vías, sin muros ni cierres perimetrales. De ahí que la opción de peatonalización de toda esta manzana gane peso.

Otra vía que se debate entre conservar su actual semipeatonalización o apostar por una peatonalización total es la calle Serafín Pazo, que une la Praza de Galicia con la Praza da Constitución. El varias ocasiones se hicieron públicas las peticiones de cerrar la vía al tráfico. Más recientemente el propio alcalde puso sobre la mesa la posibilidad de peatonalizar la Praza da Feira propiamente dicha y de reordenar el tráfico rodado aprovechando la existencia de dos calles paralelas que conectan la Praza da Feira con la calle 25 de Xullo así como otros espacios urbanos aledaños.

A Estrada lleva años de apuestas y ensayos. En la primavera de 2003 -hace 15 años- las ideas para la peatonalización parcial del centro se plasmaron sobre el papel. El aparcamiento desaparecía en las calles Peregrina y Ulla, mientras que para Calvo Sotelo, antes con estacionamiento a ambos lados, quedaban solo 12 plazas y un único sentido circulatorio. La maquinaria se puso en marcha. Tenía por delante cuatro fases para ir avanzando en la peatonalización parcial: Porta do Sol y Rúa Ulla; Calvo Sotelo desde el cruce con la calle Castelao hasta la intersección con Justo Martínez; de Justo Martínez hasta A Farola y, por último, la rúa Peregrina. Los cambios de rasante desaparecieron. Las aceras ganaron su batalla contra la calzada. Se ensancharon y se adornaron con bancos y árboles. El aparcamiento quedó finalmente limitado a zonas principalmente pensadas para las labores de carga y descarga. La críticas se tornaron aplausos. A Estrada tiene corazón de peatón.

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