Articular servicios que permitan compatibilizar la vida laboral con la personal y familiar es el objetivo del Programa Concilia Lalín, que se enmarca en la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible (DUSI), cofinanciada en un 80% por fondos europeos Feder. En concreto, a este cometido se destinaban inicialmente 208.000 euros, que ahora se amplían a unos 350.000, tras la fusión de varias líneas de actuación de Lalín Ssuma 21 por recomendación de los técnicos y del ministerio, tal como indicó ayer el teniente de alcalde, Nicolás González Casares, que dio a conocer la iniciativa junto a la concejala de Educación, Lara Rodríguez Peña.

El Concello sacará a concurso próximamente un servicio de conciliación para los tres colegios del rural y el Manuel Rivero, puesto que en el Xesús Golmar ya funciona con éxito desde hace años el programa Voltereta. "En el Golmar nos centraremos en las actividades extraescolares, porque ya tienen ellos un programa tan potente que poco podríamos hacer para mejorarlo, a riesgo incluso de empeorarlo", manifiesta el edil de Bienestar Social y responsable del desarrollo de la estrategia Lalín Ssuma 21. De hecho, los precios que pagan las familias usuarias de Voltereta se tomarán como referencia a la hora de elaborar la ordenanza del nuevo plan, con el fin de que "haya igualdad en los servicios entre distintos centros", tal como expone Casares.

Contratar una empresa para que hiciese un diagnóstico de la situación y diseñase un plan de trabajo fue el primer paso. Retnova Proxectia Consulting desarrolló "un plan completísimo" -Casares dixit-, que comenzó con un proceso participativo al que se convocaron a las comunidades educativas y familiares de los distintos centros, así como a los colectivos Aranes y Carabelo. Entre el 7 y el 20 de junio se remitieron a los hogares del alumnado de infantil y primaria encuestas con 18 preguntas. Los 519 cuestionarios respondidos -representan al 48% del alumnado- han permitido evaluar las necesidades, problemas y preocupaciones más importantes en el ámbito de la conciliación, de cara a poner en marcha iniciativas ajustadas a sus necesidades.

A tenor de las respuestas y después de tres sesiones de la mesa de trabajo, se detectaron cuatro inquietudes fundamentales: Problemas de coordinación horaria de las familias, por incompatibilidad con su tiempo de trabajo; dificultades relacionadas con el transporte para participar en actividades extraescolares; problemas ligados al comedor escolar, especialmente en los CEIP Xesús Golmar, por falta de plazas para cubrir la demanda, y Manuel Rivero, por espacio insuficiente; y dispersión en la oferta de campamentos en verano y períodos no lectivos.

La principal conclusión es que Lalín precisa un servicio de conciliación que cubra las necesidades de las familias en horario amplio durante todo el año, similar al que brinda el Golmar, con inicio a las 7:30 y fin a las 21:00 horas. Así lo indica más de la mitad de los encuestados (52%). Lo idóneo sería ofrecerlo en cada colegio y con carácter "plenamente inclusivo", desde el punto de vista económico y de la atención a menores con discapacidad. La segunda opción preferida (40%) pasa por crear un espacio de juego educativo permanente de atención a la infancia en dependencias municipales en horario extraescolar y vacaciones. Y la tercera es una oferta lúdico-educativa bien coordinada y alternativa a la que desarrollan las anpas, con informática y robótica como prioridades.