La segunda edición de Lalín Diverso fue acogida por numeroso público que tomó parte en las distintas actividades organizadas por los colectivos Aspadeza, Morea, Working Wheels y Aranes para buscar la sensibilización social con personas que, por distintos motivos, pueden tener dificultades de integración, defendiendo las capacidades de todos.

El primer acto dio comienzo al mediodía en el vestíbulo de la casa consistorial, que se quedó pequeño para acoger a las decenas de niños de varios centros educativos de la localidad que acudieron a presenciar la lectura del manifiesto, que remató con la suelta de cientos de globos amarillos. Usuarios de los colectivos organizadores reivindicaron con sus intervenciones sus capacidades y apelaron a la sensibilización social para que su integración sea normalizada, porque por tener una discapacidad de cualquier tipo, eso no identifica necesariamente que no tengan habilidades o aptitudes dentro de una comunidad social. El representante de Working Wheels Álex Ferradás fue el encargado de conducir un acto que remató con una gran cadena humana en la plaza exterior anexa a la entrada principal del Castro Tecnolóxico.

Ya por la tarde, a partir de las 17.30 horas, dieron comienzo las exhibiciones de los clubs Basketdeza y Atletismo do Deza y 60 minutos después hubo una exhibición de Máisquedanza, que arrancó con una clase magistral. Baile inclusivo a cargo de usuarios de Aspadeza precedió una sesión de cuentacuentos e ilustraciones a cargo del grupo Polo correo do vento. Las actividades de tarde se llevaron a cabo en una carpa instalada en el tramo de la calle Matemático Rodríguez situado delante de la estatua de Loriga. Para las 20.30 horas estaba prevista la lectura, de nuevo, del manifiesto reivindicativo y a continuación la proyección de un vídeo con usuarios de los colectivos sociales como protagonistas. Los actos remataron con el derribo simbólico de un "muro de los perjuicios".