El Concello de Lalín pondrá en marcha una nueva campaña para fomentar el empadronamiento en el municipio. La capital dezana lleva años en los que corre serio peligro de mantenerse dentro de la veintena de municipios gallegos de más de 20.000 habitantes y por eso tanto el anterior como el actual gobierno han activado diferentes iniciativas con las que apelan a la sensibilidad de los muchos vecinos que residen en Lalín, pero no son ciudadanos de pleno derecho al permanecer empadronados en otros territorios.

Pocos días después de tomar posesión, el alcalde, Rafael Cuíña, alertó sobre un preocupante dato: el censo indicaba que la localidad estaba a punto de perder la categoría al sumar 20.004 vecinos. Desde entonces el ejecutivo municipal buscó vías para fomentar el empadronamiento y Lalín se vio en cierta medida favorecido por los inmigrantes llegados, sobre todo, de países como Venezuela. La situación se fue conteniendo y el padrón se cerró en 2016 con un total de 20.044 habitantes, pasando a 20.075 doce meses después y certificando estadística en marzo de este año 20.101. Días atrás el alcalde aludió a previsiones de los técnicos municipales, con las que se preveía cerrar este año con unos 20.200 vecinos.

Pero para mantener la tensión entre la población, el Concello aprobó recientemente fondos económicos para el diseño de una campaña de fomento del censo. Además de campañas en medios, la iniciativa se complementa con la instalación de al menos un par de vallas publicitarias. La inversión total asciende a 4.800 euros.

Cuando estamos a punto de encarar el final del presente año, muchos ayuntamientos ponen en marcha acciones de sensibilización para animar a los ciudadanos a empadronarse, porque, en el caso de Lalín, la pérdida de categoría supone una menor capacidad económica o cuestiones de más dimensión como un quebranto en el control de la gestión municipal.