-¿Es cierto que hay varios Rodríguez en la figura del dezano?
-Sin duda alguna. Está el Rodríguez matemático, pero también está el Rodríguez geólogo y el Rodríguez político en un contexto histórico con muchas situaciones: una guerra de independencia, un reinado muy polémico, un trienio liberal, la Constitución de Cádiz y demás. Rodríguez fue diputado en Cortes y firme defensor de las ideas liberales. A la conclusión del denominado Trienio Liberal, en 1823, los que defendieron estas ideas sufrieron una gran persecución, que también afectó al propio Rodríguez, por lo que tuvo que marcharse con destino a Portugal prácticamente con lo puesto.
-Desde su punto de vista, ¿cuál fue el legado más importante de José Rodríguez?
-Yo pienso que su legado fundamental es que cualquier persona con pocos medios puede llegar a mucho. Él se esforzó muchísimo para aprender y superarse, pero también tenía una gran capacidad para asimilar conocimientos. De todas formas, sólo con eso no fue suficiente. Rodríguez pudo estudiar en Monforte gracias a la ayuda de un tío suyo, y después en Compostela con la obtención de una bolsa del Colexio de San Jerónimo. Sin todas estas ayudas que le permitieron finalizar los estudios y poder acceder a la docencia universitaria, ahora nadie hablaría de lo gran científico que fue. Era una persona humilde de una familia de labradores que llegó a lo más alto de su disciplina.
-¿Algún trabajo suyo que le gustaría destacar en especial?
-Sin lugar a dudas las "Observations on the measurement of three degrees of the meridian, conducted in England by Lieutenant Colonel William Mudge", una obra que ayudó a cerrar un debate sobre el achatamiento de la Tierra entre científicos ingleses y franceses. Con este trabajo el insigne matemático de Bermés consiguió fama y reconocimiento en toda Europa, aunque hay que decir que también hubo en Inglaterra alguna gente a la que no le gustó en absoluto.
