Unas 300 personas arroparon ayer a Manuel Cuíña en su presentación oficial como candidato del PSOE para revalidar la victoria en las urnas en mayo del próximo año, en un acto en el que dirigentes de la cúpula autonómica y provincial socialista animaron al alcalde a reforzar más si cabe su mayoría absoluta cosechada en 2015. En un acto en el que fue elegido mediante asamblea abierta, por aclamación, el mandatario fue elogiado como un referente de la administración local por el secretario general del PSdeG, Gonzalo Caballero; la presidenta de la Diputación provincial, Carmela Silva, o el delegado del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Vigo, David Regades.

En los bajos del restaurante O Coteliño, donde luego se serviría un cocido, Cuíña también contó con el respaldo de representantes de su partido en las comarcas o de su homólogo lalinense, Rafael Cuíña, o su teniente de alcalde, Nicolás González Casares. La exalcaldesa Paula Fernández Pena fue la encargada de presentar el turno de intervenciones y de introducir una representación en la que dos jóvenes recordaron a las víctimas de la violencia machista. Regades recordó las constantes visitas del candidato a la Diputación para demandar inversiones, mientras que Silva recordó que con este gobierno provincial, Silleda logró un récord de recursos. En un acto en el que las políticas de igualdad estuvieron muy presentes, la dirigente provincial defendió la obra del campo de fútbol de A Bandeira y enfatizó su respaldo a Cuíña Fernández con un "cómo no te voy a querer, Manolo, cómo no te voy a apoyar", enfatizando en su capacidad como gestor y la transformación de Trasdeza desde que el PSOE llegó al poder, en 2007.

Caballero, presentado por sus compañeros de tribuna como el próximo presidente de la Xunta, aludió a que los socialistas fueron los responsables de los principales avances sociales en España y dijo que el PSOE representa los valores de una organización que concibe la política como un ejercicio de justicia social e igualdad. "No le hagáis caso al PP, que están muy nerviosos, porque saben que en Silleda no tienen nada que hacer", dijo. En clave autonómica dijo que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, está "haciendo cuentas" porque se avecinan tiempos sin mayorías absolutas y que, en todo caso, dejará una Galicia con menos posibilidades, con la sanidad pública deteriorada, menor población "menos posibilidades de futuro". "La realidad es que Galicia fue a peor", remarcó.

El ya candidato fue el encargado de cerrar el turno de intervenciones en un acto en el que los oradores aludieron de una forma más directa o indirecta a las acusaciones del PP sobre supuestos tratos de favor en la concesión de licencias de obra. El propio Cuíña tenía un cabreo monumental y este asunto, como admitió, le llevó a cambiar parte del sentido de su intervención. Cuíña Fernández, hablando de titulares en los diarios, recordó los de los años en los que el Concello era conocido en Galicia por su elevada morosidad, anuncios de corte de luz por impago u otros episodios de la etapa del PP al frente del ayuntamiento. Contrapuso este escenario con los de la solvencia económica, la rigurosidad en la gestión municipal o la impronta que dejó su partido en la Alcaldía, pese a la dura travesía de la moción de censura o el frustrado bipartito con el BNG. Reivindicó las mayorías absolutas, porque, dijo, en su caso sirvieron para materializar proyectos en su momento frenados. Mencionó proyectos singulares en Galicia como la red de calor, la puesta en marcha de una residencia de mayores mediante una concesión demanial "que costará al Concello cero euros", las mejoras en infraestructuras sociales y deportivas o, también, como Concello pionero, las bonificaciones en las construcciones de uso agrario. En su primer dardo al PP, apuntó que cuando se sacó adelante en pleno una segunda rebaja de la contribución para casos en los que una vivienda y un inmueble agrario compartían unidad catastral, este grupo de la oposición votó en contra. "Tenemos la ventaja de gobernar con las manos libres, sin ataduras y con mayoría absoluta", proclamó, pidiendo a los presentes que renovasen su voto de confianza en él y su equipo para que a partir del próximo año él y su equipo encadenasen otro mandato en el que poder gestionar Silleda en solitario.