Javier Busto Ramos se adjudicó con claridad el IV Desafío Sen Cadea, que organiza el club ciclista Tolemia Bike en Vila de Cruces. El deportista lalinense se llevó un gallo vivo, premio que en la categoría femenina fue para Marta Vázquez Agra, la primera de las tres mujeres que compitieron en la carrera. Idéntico agasajo recayó, por sorteo, en uno de los cinco esforzados que lograron subir la Costa do Galo, con una pendiente del 30%, sin poner pie a tierra.

La ruta larga, de 60 kilómetros, fue cubierta por Javier Busto en un tiempo de 3 horas, 11 minutos y 9 segundos, con una velocidad media de 18,8 kilómetros/hora. A 3'18" llegó a la meta su compañero de Extol-La Gramola Team Manuel Golmar Fondevila, mientras que el tercer puesto fue para Gustavo Pérez Martínez, de Aragonta, a 19'01". Un total de 34 ciclistas llegaron a meta, el último a más de dos horas y media del ganador, mientras que otra quincena no terminó o no acudió a la salida. La ruta partía del pabellón de Vila de Cruces en dirección a Cumeiro, Carbia y Ollares, para bajar hacia Basebe y seguir el río Ulla hasta Remesquide, llegando hasta Añobre y Brandomés antes de emprender el regreso a la villa por Piloño y Carbia. Fue un trayecto enteramente de monte, salvo algún cruce de asfalto.

En la ruta mediana, de 40 km., se impuso Claudino Mirón Agra, de CPC Toxo, en 2h35'48" y una velocidad de 15,4 km/h. A 27'27" entró Carlos Rodríguez Domene, sin club de adscrición, y a 36'17", Marcos Otero Ledo, de Acade. Este tramo fue cubierto por 43 corredores, el último de los cuales cruzó la meta con más de tres horas de retraso; los otros ocho inscritos no se presentaron o no completaron la ruta.

Rubén Botana Rey, de Os Perkins do Pedaleo, cubrió los 25 km. del trayecto corto en 2h11'54", a una media de 12,2 km/h. Guillermo González Montes y Manuel García López, ambos de Rodamontes BTT Lalín, llegaron a 3'44" y 7'34", respectivamente. En esta ruta participaron las tres únicas mujeres inscritas, siendo la más rápida Marta Vázquez, a 1h19'40" del primero. Quince personas llegaron a la meta, la última a más de hora y media.

La caída de un joven en el kilómetro 9, que le ocasionó la rotura del radio de un brazo, fue el percance más grave de la jornada. Lo llevaron al centro de salud de Vila de Cruces y, posteriormente, su familia lo trasladó a Vigo, en donde reside, para que le escayolaran el brazo. Otros no pudieron acabar la carrera por roturas de las bicicletas o averías mecánicas de diversa índole.