Los salones del Casino de Lalín acogieron ayer la charla-coloquio del doctor Luis Fransi Galiana perteneciente al ciclo "Tempo de saúde" organizado por la Diputación de Pontevedra. El evento, orientado a colectivos de la tercera edad y de la juventud, tiene como objetivo informar y asesorar sobre temas de interés como los relativos a la nutrición, tabaquismo o enfermedades cardiovasculares, entre otros.
-¿Considera que la obesidad es uno de los grandes problemas de esta sociedad en la que vivimos?
-Sin duda. Creo que, sobre todo en lo que es el tema del ejercicio físico, nos encontramos con gente que hace mucho, y otra que no hace absolutamente ninguno. De todas maneras, los datos son evidentes porque la obesidad infantil no es sólo un problema de ahora, sino para dentro de unos años. Además, los hábitos alimenticios son cada vez peores porque la gente no tiene tiempo y come de forma inadecuada, se salta comidas o consume comida rápida. Entre eso, y que hemos abandonado la dieta mediterránea o atlántica para asumir la anglosajona asociado a la falta de ejercicio, hace que en algunos segmentos de población tengamos ahora mismo un gran problema.
-¿Estamos todavía a tiempo de solucionarlo?
-Yo creo que sí. Las medidas que se han puesto en otros países como impedir las bebidas azucaradas en colegios y, también, en determinadas edades incluso sin permiso de los padres, son importantes. Y, desde luego, mucha educación porque prácticamente nadie hace cinco tomas de comida al día. Si encima se abusa del picoteo y demás, te encuentras con muchos problemas.
-¿Son útiles este tipo de charlas-coloquio para concienciar a la población sobre el asunto?
-Conmigo contactaron a través del colegio de médicos con el objetivo de intentar que los chavales se den cuenta de que como no modifiquen sus hábitos habrá problemas dentro de pocos años.
-¿Quién tiene mas culpa, los jóvenes, los padres o la sociedad de consumo?
-Evidentemente, un poco todos. Los chavales aprenden sus hábitos alimenticios en casa. Según lo que vean en el seno familiar, después lo trasladarán a su vida cotidiana. Los menores no son especialmente responsables porque ahí quienes tienen mucho que decir son sus padres o cuidadores, y la sociedad en general. Estas charlas sirven para que por lo menos no digan después de que no estaban informados.
-¿No le parece curioso que un país como el nuestro acabara siendo invadido por la comida basura?
-En esto siempre pongo el ejemplo de Halloween, que es la típica americanada que se ha metido en nuestra sociedad. Fíjate si la cosa es absurda. No sé por qué un país con tanta historia como el nuestro tiene que coger fiestas de otros sitios simplemente por presión comercial. Por desgracia es algo que sucede en toda Europa. La dieta mediterránea es magnífica, lo que pasa es que requiere tiempo y dedicación. Nuestra realidad social actual no se parece en nada a la de hace años. La mujer actual trabaja y no tiempo para comer, al contrario de lo que pasaba antes que las madres insistían en los hábitos alimentarios porque estaban en casa y tenían más tiempo para cocinar que ahora.
-¿Sigue siendo el tabaquismo un problema sanitario a pesar de tantas prohibiciones legales?
-Con la legislación antitabaco conseguimos que disminuyera algo el hábito, pero todavía tenemos un porcentaje muy alto de población que sigue fumando. Yo creo que los jóvenes fuman mucho, sobre todo las chicas que son las que más fuman, sobre todo por el tema del peso y esas cosas. Es grave porque sin duda el tabaquismo es el principal problema actual de salud pública. Ahí siempre tiene el Gobierno la opción de subir el precio hasta que sea inaccesible, además de endurecer algunos aspectos de la ley. La gente se pasó al tabaco picado, que es lo mismo pero la boquilla no está tan bien hecha. El tema es complejo pero la ley puedo ir a más.
