Años llevan el CEIP Xesús Golmar de Lalín sin poder atender toda la demanda de alumnos para el servicio de comedor, pero parece que ahora se comienza a atisbar la luz al final del túnel. La Consellería de Educación está dispuesta a valorar la posibilidad de autorizar un proyecto, que comprendería la ampliación de este espacio, una vez que, desde hace tiempo, ni utilizando como improvisado comedor parte del recinto concebido para salón de actos el centro es capaz de dar servicio a todos los niños que desean comer en el colegio en el que cursan sus estudios.
Representantes de la ANPA mantuvieron el pasado viernes una reunión en la delegación territorial en la que sus representantes le avanzaron la posibilidad de aprobar estas obras. Lo que está pendiente, además del visto bueno definitivo a la demanda de los padres, es la forma de financiación. En este caso los centros suelen tener fondos propios precisamente para la ejecución de actuaciones que, no obstante, deben ser autorizadas por Educación. Y la otra vía sería que el proyecto fuese asumido por el departamento dirigido por Carmen Pomar. Desde el colectivo de padres se indica que el delegado territorial, César Pérez Ares, confirmó una próxima visita de la unidad educativa al centro para valorar, in situ, la actuación. "Lo que está claro es que hay que hacer obra y ampliar el comedor, porque ni usando una parte del salón de actos hay espacio suficiente", afirma el presidente de la ANPA, Ramón Silva. En la actualidad son en torno a medio centenar los niños que no tienen acceso al comedor, todos ellos por la modalidad de conciliación, puesto que las plazas de los que utilizan el transporte escolar sí están todas cubiertas. Silva explica que hay muchos casos de padres que ya descartan matricular a sus menores en el Golmar, conscientes de que no tendrán plazas de comedor.
Calor en las aulas
Si la ampliación del comedor es una reivindicación que se arrastra desde hace años, el problema del excesivo calor que hay en algunas aulas se originó ya desde la inauguración del inmueble, en el curso 2011/2012. Desde que los alumnos comenzaron a ocupar las aulas se constató que, en meses como septiembre, cuando hay todavía días en los que las temperaturas son propias del verano, en algunas clases el calor era insoportable, llegando a registrarse hasta 30 grados centígrados. Poco a poco la consellería fue dando soluciones mediante la colocación de toldos en las fachadas de estas aulas y también se llegaron a plantar árboles en el exterior del edificio para habilitar nuevas zonas de sombra. Pero esta problemática todavía no fue solucionada totalmente, de hecho el año pasado se colocaron más toldos. Para la ANPA esta sí es una actuación incluso más urgente que la ampliación del comedor y, a tenor de lo pactado con la consellería, estos trabajos estarían garantizados para el próximo año. El pasado mes de setiembre, comenta el presidente de la ANPA, se reprodujeron las quejas de varios progenitores, que entraban a recoger a sus hijos "y salían sudando".
