Además de recurrir al Defensor del Pueblo, Consuelo se ha decidido a hacer pública su historia porque cree "que debe saberse. Como yo hay muchas personas. Se debe saber. Que no quede solo entre mi abogada, la Seguridad Social y yo. Quiero que la gente sea consciente de lo difícil que nos lo ponen a quienes hemos tenido cáncer". Por conversaciones con otras personas que lo han padecido, sabe que, a las secuelas físicas y psicológicas que arrastran, cabe sumar consecuencias sociales. Aunque ella ha tenido "la suerte"de que la empresa para la que trabajaba la readmitió las dos veces que el INSS la dio de alta, teme que pueda llegar a cansarse.
Y no puede evitar angustiarse al pensar qué sería de ella en ese caso. Consciente de que no está en condiciones para desempeñar su anterior empleo, le preguntó al INSS qué trabajos alternativos podría desarrollar en su situación... aunque sabe que sus posibilidades de hallar un empleo digno son muy escasas. "No puedo trabajar en una oficina. Solo tengo el graduado", dice, antes de agregar que a ello ahora se suman las secuelas físicas, psicológicas y sociales de haber tenido cáncer. "Si dices que tuviste cáncer, tristemente nadie te contrata porque creen que se puede volver a repetir", se lamenta, aunque haya "gente que 20 años después no lo volvió a tener". Cree que "hay que tener otra sensibilidad" porque "sin querer, te excluyen".
