Dos dezanos que viajaban en la noche de pasado lunes hacia Lalín por la AP-53 se cruzaron en torno a las 21.30 horas con un turismo de frente de manera inesperada. "La verdad es que no nos asustamos demasiado porque mi hermano y yo veníamos un poco despistados, y fui yo la que le pregunté si era cierto que nos habíamos cruzado con un coche de frente, a lo que é me dijo que sí", recordaba ayer la lalinense Eva Pol. El incidente tuvo lugar poco antes del enlace de A Bandeira, en Lamela, que es donde los miembros del Destacamento de la Guardia Civil de Tráfico encargados de las diligencias creen que se incorporó el kamikaze. Fuentes de este servicio de la Benemérita reconocían ayer a esta Redacción que todavía se estaban estudiando las imágenes de las cámaras situadas en la vía de alta capacidad para confirmar este extremo.

Los hermanos implicados de manera involuntaria en este episodio avisaron inmediatamente al 112 "donde de forma muy tranquila nos preguntaron dónde nos habíamos cruzado con el coche", añadió Eva Pol. Representantes de este servicio de emergencias también certificaron a FARO DE VIGO haber sido alertados del suceso del que "dimos parte inmediatamente a las fuerzas de seguridad", explicaron. El dispositivo puesto en marcha por la Guardia Civil de Tráfico de Santiago explica en su atestado que el vehículo "fue detectado a las 21.45 horas en el kilómetro 17 de la AP 53, circulando en sentido A Coruña por el carril sentido Ourense". Desde la OPC también se informó que el automóvil donde viajaba el conductor kamikaze terminó colisionando "con otro vehículo en el punto kilométrico 13,50". Milagrosamente, el incidente se saldó "sólo con daños materiales y sin heridos en ninguno de los dos vehículos implicados". Por lo tanto, el coche terminó recorriendo una distancia de 13 kilómetros hasta que terminó chocando poco antes de la salida de Vedra.

El Destacamento de Tráfico de Santiago de Compostela también indicó que la persona que conducía el automóvil que se incorporó en A Bandeira de manera errónea a la autopista de peaje "dio negativo tanto en la prueba de alcohol como en la de drogas". En este sentido es importante distinguir entre conducción temeraria y conducción negligente. Mientras que la primera crea un riesgo o peligro evidente, la segunda consiste en la omisión o falta de prudencia o cuidado y atención necesarias para evitar cualquier daño propio o ajeno. Esta última se califica en el Código Penal como infracción grave, y está penada con una multa de 200 euros sin retirada de puntos. Con tal motivo, ayer, desde la Guardia Civil se pedía prudencia a la hora de calificar lo sucedido el lunes en la AP-53 mientras no se hayan cotejado debidamente todas las pruebas oculares por parte de los encargados de la investigación.