Está en la cúspide del culturismo natural por derecho propio. Su óptima condición física y la impecable coreografía que puso en escena el sábado en el Campeonato del Mundo WNBB le auparon al segundo puesto de su categoría, la de Máster 40 de menos de 75 kilos. Poco después, subía a lo más alto del podio con el equipo español, que se proclamaba campeón por equipos. Pero, a pesar de todo, Miguel Pereira todavía no tiene claro si el año próximo intentará revalidar o superar estos logros. "Ahora, por ganas y subidón seguiría", afirma con rotundidad. Pero, acto seguido, admite que no sabe si seguirá. "Tengo que tomarme un mes para pensarlo", explica, para aclarar acto seguido qué le hace dudar: es plenamente consciente de la gran trascendencia que esta decisión tendrá no solo para él sino también para todo su entorno.

Los cuerpos musculados de los campeones no son solo cuestión de genética. Son el resultado de una intensa actividad física combinada con una rutina de descanso muy cuidada y con una alimentación muy estricta. Solo así es posible reducir la grasa corporal a la mínima expresión, dejándola en el 4% que hoy tiene Miguel Pereira. Es una cifra ínfima. Para entender el alcance de esta cifra cabe compararla con las cifras que puede alcanzar un ciudadano de la calle que no sufra sobrepeso: entre un 16 y un 20%, aproximadamente. Y conseguirlo no es fácil.

Ganar masa muscular primero y luego afinar exige una férrea disciplina que no solo afecta al deportista que la asume sino también a los suyos. "Es un sacrificio de todos", explica Miguel Pereira. Y aunque, a la vista de los resultados, entiende que en esta ocasión ha quedado demostrado que "el esfuerzo merece la pena", es plenamente consciente de que en los últimos meses -durante la preparación intensiva que asumió para llegar al Mundial con "el trabajo bien hecho"- tuvo que "renunciar a muchas cosas" con sus amigos, su familia y su pareja.

Esta y una amiga -Dori Carbia, precisamente por quien entró en la modalidad de la que ahora es subcampeón mundial- le acompañaron el fin de semana en Madrid. Disfrutaron así con él de un triunfo más que merecido. Y también contribuyeron decisivamente a reforzar su fe en sus posibilidades. La noche anterior le prepararon un "sorpresón antológico", un "vídeo de todos los míos" -amigos, familiares y personas a las que entrena- explicó Pereira, deseándole suerte para el reto que le esperaba al día siguiente. Para el deportista fue algo muy emotivo.

A mayores, con humor, también quisieron poner a prueba su fuerza de voluntad. Le tentaron con un croissant colosal -de cerca de un metro de largo- que el entonces todavía aspirante al podio del Mundial de culturismo natural se tuvo que conformar con olfatear y admirar. Al sentido del gusto no le quedó más remedio que esperar. ¡ Entrenamiento para ello no le faltaba. En los últimos meses, asumió una dieta muy estricta que le obligó a realizar numerosas renuncias. Si iba a cenar con su chica, por ejemplo, aunque esta pidiese otro plato más atractivo, debía conformarse con "una ensaladita" habiendo adelantado ya una toma de arroz o de pasta a la tarde. Vivió pendiente de la báscula, midiendo pliegues corporales y haciendo ejercicio muy pautado para "intentar adelgazar la grasa corporal bajando lo mínimo posible de músculo".

Tiene el entrenador en casa. Preparador físico personal -con negocio en las Galerías San Antón de A Estrada desde hace 5 años- puso en práctica los conocimientos que ha atesorado a lo largo de toda una vida dedicada al deporte.

Deportista desde la niñez, lleva haciendo pesas en gimnasio desde los 18 años. Practicó artes marciales, fútbol a nivel competitivo y, desde el punto de vista formativo, siempre tiró por la rama de la salud. Protésico higienista dental titulado, terminaría especializándose en la rama deportiva. Complementó su título de salvamento acuático con otros centrados en la actividad física y deportiva y en el entrenamiento personal. Natural de Teo, tras trabajar durante años por cuenta ajena, montó su propio gimnasio en Cacheiras. Le fue muy bien. Afrontó entonces otro proyecto que no salió tan bien y volvió a empezar, en este caso en A Estrada, ofreciendo un entrenamiento mucho más especializado.

"Entreno a personas no a campeones", explica. Le da las pautas que necesitan a personas que quieren mejorar su calidad de vida. La mayoría buscan adelgazar. Se puede conseguir con ejercicio y una alimentación saludable. Y también trabaja mucho a través de preparaciones online. También ha preparado, por ejemplo, a Dori Carbia

Miguel Pereira sabe bien cómo se hace una preparación personalizada y eso fue precisamente lo que hizo para prepararse a sí mismo de cara al Mundial. Lo hizo de manera exprés. En junio, "a medio preparar", se clasificó para el Campeonato Europeo. "Fui en unas condiciones que no eran las mejores", explica. Desde entonces, se dedicó a preparar el Mundial. Solo empleó en ello 4 meses y pico. Tiene claro que, para hacerlo bien, se necesitarían 9 meses. Haber practicado tanto deporte a lo largo de su vida hacía que en forma ya estuviese. Pero tuvo que emplearse a fondo "para la construcción muscular" primero y para la pérdida de grasa después. En la fase de construcción muscular, explica, "comes más cantidad a diario y tu cabeza y el estado de ánimo van mejor". Pero en la fase final, cuando la dieta es más restrictiva, "físicamente no tienes tanta energía". "Juegas con las hormonas" y se propuso rebajar su porcentaje de grasa. En esta fase es más fácil tener "días de bajón".

Logró el 4% de grasa corporal que le permitió proclamarse subcampeón del Mundo de culturismo natural. Es lo que debe hacer las semanas de competición. Pero, pasada esta, entiende que ya puede escuchar a su cuerpo y darse algún capricho. Se va a permitir el churrasco por el que lleva meses suspirando. De hecho, dice con humor que a corto plazo -y a la espera de su decisión definitiva sobre su futuro- se plantea sser "cliente del mes en todas las churrasquerías del pueblo".