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Piden una actuación similar a la del trazado Liñares-Valboa

Urgen una enmienda a los presupuestos de la Xunta para incluir la mejora del vial A Estrada-Ponte Ulla

Usuarios de la sinuosa calzada denuncian el incremento de salidas de vía por el deterioro del firme antideslizante aplicado en 2014 -Reclaman carriles más anchos, arcenes, mejor trazado, nueva capa de rodadura y nueva señalización

Imagen de archivo de un vehículo por el sinuoso vial, carente de arcenes y de aceras. // Bernabé / Adrián Rei

Usuarios de la carretera PO-213, que comunica A Estrada con Ponte Ulla, y vecinos de las parroquias que cruza emitieron ayer un comunicado con el que piden a las distintas fuerzas políticas con representación municipal en A Estrada que propicien la presentación de una "enmienda a los presupuestos autonómicos" para 2019 al objeto de que incluyan "una partida para actuar sobre este vial" de manera similar a como se hizo en su día con la carretera PO-2017, que comunica Liñares-Valboa. Entienden que el gobierno municipal debería "encabezar" esa petición para lograr que, como ocurrió en la carretera Liñares-Valboa, se dote al vial A Estrada-Ponte Ulla de "carriles más anchos y un arcén mínimo" además de actuar "sobre algún puente" y también sobre el trazado para reducir curvas, aplicando además una "nueva capa de rodadura" e instalando "nueva señalización".

Al respecto quieren agradecerle al PSOE que vaya a presentar una enmienda en esa línea, como "ya anunció en prensa". Denuncian la "carencia de seguridad" que caracteriza a esta carretera autonómica y apuntan que "mejorar el trazado" y la "seguridad" de este vial debe ser prioritario.

Y es que, apuntan, por él circulan "a diario" los "numerosos vecinos de la zona. Se refieren a los "residentes de este lado del río Ulla" -en alusión velada a parroquias estradenses como Paradela, Barbude, Ribeira, Berres, Arnois e incluso Aguións, Moreira, Santeles o Cora- pero también a los vecinos del "vecino municipio de Vedra" que vienen con frecuencia a A Estrada y su entorno.

A estos usuarios particulares apuntan que cabe sumarle el tráfico pesado que a diario circula por la popularmente conocida como carretera de Paradela. Es muy frecuentada por "tráileres cargados de áridos de las canteras del Pico Sacro" y también pasan a diario por el tramo los autobuses que se ocupan de cubrir las rutas escolares. Además, agregan, también usan esta vía "muchos usuarios de la autopista AP-53, cuyo enlace se encuentra en la parroquia de San Mamede de Rivadulla en Vedra", siendo "el más próximo al casco urbano de A Estrada".

La situación es de sobra conocida. Llueve sobre mojado. De hecho, fueron las quejas vecinales y las denuncias de "los innumerables accidentes por salida de vía que se producían" en el vial a causa del "deficitario asfalto" registradas a lo largo de 2014 las que terminaron motivando que se acometiese "una importante actuación" a la que también se refieren los vecinos, recordando que se "actuó sobre la capa de rodadura", dotándola de un asfalto antideslizante" que "evitó a part de entonces esas continuas salidas de vía" que se venían produeiendo "especialmente en los días de lluvia". También se actuó entonces sobre la señalización, "dotando de hitos de arista" al trazado "para balizar los límites de la plataforma de rodadura".

Pero, denuncian, "dichos hitos, cuatro años después, se encuentran" mayoritariamente "rotos como consecuencia de los golpes con espejos de los turismos y carrocerías de vehículos de mayor mañao, sobre todo camiones". Vecinos y usuarios del vial lo atribuyen a que "en completa ausencia de arcén" y con una calzada "muy estrecha" de "2,5 metros" para cada carril" es "imposible realizar un adelantamiento por el riesgo" debido al "ancho de la calzada en los escasos lugares permitidos". Asimismo, relacionan ese deterioro a que "los numerosos camiones que a diario circulan" por el vial no caben "en el carril de circulación", viéndose obligados a invadir "el carril contrario en las numerosas curvas y puentes" del tramo, "en muchos casos invadiéndolo completamente, lo cual genera unos riesgos muy considerables a los usuarios". "Pocos son los vecinos que se libraron de llevarse un gran susto al cruzarse con alguno de estos camiones" , apuntan, indicando que en muchos casos hay que "frenar bruscamente al encontrárselo de frente en alguna curva".

A todo ello, agregan, cabe sumar los efectos de un firme antideslizante que -cuatro años después de su aplicación- comienza a deteriorarse. A ello atribuyen que ya empiece a producirse "alguna salida de vía" como la que se sufrió una furgoneta cerca de las curvas de Trasmonte el pasado lunes, 5 de noviembre. Entienden los vecinos que haber aplicado el aglomerado antideslizante hace 4 años "no deja de ser un parche a la espera de una actuación de mahyor envergadura, que es la que esperamos que se produzca".

A mayores, apuntan que "otro de los grandes peligros que presenta este vial es la carencia total y absoluta de arcenes en todo el trazado", lo que indican que "impide la circulación de peatones de forma mínimamente segura, especialmente en los núcleos rurales por los que cruza, donde tampoco existen aceras".

Finalmente, consideran que la partida que se viene indicando que la Xunta destina en sus presupuestos de 2019 realmente es "como un disfraz", ya que los 1,2 millones de euros reservados para el nuevo tramo de la autovía AF-59 entre A Ramallosa y Pontevea" no se gastará en A Estrada sino en Teo, pues el tramo "discurre integramente enpor ese concello". De ahí que entiendan que "A Estrada no sale tan agraciada del reparto como se ha anunciado". Abogan por que lo ennmienden "destinando" esa cuantía al vial PO-213.

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