La comunidad escolar del CEIP Vicente Arias de la Maza de Vilatuxe urge a las administraciones competentes una solución a los serios problemas que padece el pabellón polideportivo del centro. Tanto la dirección como la Anpa llevan años de reclamaciones ante Concello y Consellería de Educación, que por el momento no han tenido respuesta y la situación, indican, comienza a ser ya insoportable.

El recinto deportivo tiene una superficie de cemento que cuando llueve se encharca, pero si tiempo atrás el agua dejaba libre algunas zonas del inmueble, ahora la cancha está completamente inundada y el moho tiñe de verde las paredes. Especial mención hacen los afectados de que el agua de la lluvia cae a chorro por el cuadro eléctrico, con el consiguiente peligro. Además de que el estado del pabellón imposibilita la realización de las clases de educación física, este recinto es utilizado en los meses lluviosos como patio en los recreos, pero como está, no sirve para ninguna de las dos funciones. Desde la dirección del centro se indica que con el comienzo del actual curso se remitieron sendas comunicaciones a ayuntamiento y consellería, sin que estas reclamaciones obtuviesen respuesta. Según relatan los afectados, en un centro en el que cursan sus estudios un total de 89 alumnos, tiempo atrás el Concello envió un técnico para realizar una valoración de los daños y la consiguiente estimación económica del proyecto. También lo hizo la jefatura territorial, pero las deficiencias en el recinto deportivo, que cada vez son mayores, no fueron resueltas. La dirección explica que entonces uno de los escollos para acometer una obra, que precisaría una inversión importante, era en quién recaían las competencias para asumir la ejecución del proyecto.

La dirección del colegio de esta parroquia lalinense asegura que esta misma semana desde la consellería se le comunicó que representantes de la unidad técnica se desplazarían a Vilatuxe para evaluar los daños. Lo que se echa en falta son soluciones de manera inmediata, debido al avanzado estado de deterioro que muestra el pabellón; una instalación inservible y en la que esta semana, repleto de charcos, un pequeño sufrió una caída que, por suerte, no tuvo consecuencias para su integridad física. La inundación del inmueble se debería a los importantes daños estructurales de la cubierta o que las bajantes están atascadas, así que para que la superficie de juego se llene de agua no es preciso que llueva demasiado, sino que con unas gotas ya se ve afectado.