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Estrellas que ya no brillan en A Estrada

El único hotel del casco urbano cumple siete años de cierre y ofrece la imagen de completo abandono

Estrellas que ya no brillan en A Estrada

Hace frío y la zona esquiva los débiles rayos de sol. La maleza extiende su manto, nutrido por el follaje marchito que el otoño suma a la estampa. Resulta difícil creer que algún día este fuese el paraje en el que brillaron las estrellas de A Estrada. Pero así fue. En este olvidado recinto la capital estradense tuvo su único hotel de tres estrellas, a la postre el único hotel asentado en el casco urbano. Cerró sus puertas hace siete años pero parece que lleve abandonado una eternidad.

Hay dos vías para acceder al antiguo Hotel Summa A Estrada. Desde las inmediaciones de la N-640 un cartel se burla del viajero más crédulo. Anuncia la presencia del complejo luciendo todavía bastante resultón. Si se siguen sus indicaciones, el orgullo estradense da gracias de que realmente el hotel esté cerrado y los visitantes no se lleven esta imagen del municipio. Y es que el camino empeora por momentos, luciendo desangelado, descuidado y especialmente sombrío en esta mañana de noviembre. Claro que lo que espera al final del trayecto es todavía peor, un escenario propio de una película de terror de serie B.

Y en este punto comienzan las piedras. Dos de gran tamaño semejan yacer lánguidas, estiradas en el enlosado vial de acceso con el único cometido de advertir al visitante de que no es bienvenido. Poco queda de la valla que en el pasado se encargaba de controlar el acceso. Seguir a pies juntillas los deseos de los pétreos guardas permite tener una visión de conjunto de la decrepitud extrema del hotel. La maleza lo puebla todo, encaramándose por el viejo cartel de la cadena hotelera y mostrando una parte de la fachada en la que parece que los vándalos encontraron un desafortunado lienzo.

El gruñido de un perro en una propiedad vecina invita a los curiosos a abandonar el lugar, por otro lado inmerso en un ambiente poco confortable. El respeto por la propiedad privada limita el paseo entre la lamentable composición que antaño fue lugar de descanso y disfrute de quienes escogían A Estrada como destino. Desde este acceso puede intuirse todavía la zona de piscina, también asediada por la vegetación.

Al antiguo hotel Summa puede accederse también a través de un vial que también conduce a varias viviendas unifamiliares. El acceso mejora sustancialmente. Sin embargo, al final del camino espera la imagen del abandono. La de las estrellas que llevan siete años sin brillar. La gran cristalera que existía en la entrada principal del Hotel Summa parece haber servido de diana. Son pocos los cristales que se libraron de ser un blanco perfecto.

Desde este acceso una señal desdibujada indica dónde está la entrada y por dónde se va al aparcamiento. De nuevo más piedras salen al encuentro. Está claro que su indirecta no fue pillada por los amigos de lo ajeno, de ahí que en sucesivas ocasiones este establecimiento fuese víctima del saqueo y el pillaje.

Este complejo hotelero de A Estrada vivió años de esplendor y épocas menos gloriosas. Se inauguró hace décadas como Hotel Milano y en enero de 20014 la cadena hotelera Summa lo compró. Lo sometió a una profunda reforma y volvió a abrir sus puertas en marzo de aquel mismo año. Para entonces el hotel lucía completamente renovado, ofertando 41 habitaciones, piscina, cancha de tenis, salón de eventos y restaurante propio. A los cuatro años la cadena comenzó a interrumpir la actividad del establecimiento en los meses de invierno, de tal manera que el hotel se cerraba en la época de menos reservas y volvía a recuperar su funcionamiento de cara a la temporada alta. Según trascendió en su momento, llegó a tener 15 personas en plantilla. Los turistas llegaban principalmente en época vacacional y el resto del año el perfil de huéspedes era el de cliente comercial.

Sin embargo, en el otoño de 2011 las puertas se cerraron para siempre. Se dijo entonces que la cadena propietaria fue absorbida por otra firma hotelera y esta, a su vez, por una tercera. En realidad, poco importa a quién pertenezca en estos momentos el único hotel del casco urbano de A Estrada (está situado en su periferia, en la salida hacia Pontevedra). La cuestión es que el complejo se deteriora cada día más y evidencia que en este firmamento las estrellas tendrán muy difícil recuperar su brillo.

Para los nostálgicos, el Hotel Summa A Estrada todavía puede encontrarse en varias páginas de búsqueda de alojamientos turísticos en el municipio. Es posible pasear, a través de sus galerías de fotos, por las habitaciones, recordando cómo era recinto en sus tiempos de esplendor. La piscina luce apetecible, las habitaciones acogedoras y el lobby del hotel recupera aquella luminosidad que le brindaban los grandes ventanales. Cualquier parecido con su realidad actual es una absoluta coincidencia.

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